No podemos cambiar nuestro pasado, no podemos cambiar el hecho de que la gente actuará de determinada forma, no podemos cambiar lo inevitable, lo más importante es que cada día tenemos que escoger cual va a ser la actitud con la cual enfrentemos nuestro día, Nuestra actitud está solo en nuestras manos; el mundo está lleno de personas que le han ofrecido lo peor que puede ofrecer la vida, y que ha salido vencedora del trance, es decir, nosotros mismos somos los que podemos escoger nuestra actitud ante cualquier circunstancia.
Es mucho más agradable y placentero estar con una persona optimista, positiva, vital y segura de sí misma, que estar con una persona deprimida o que se siente una víctima, a todos nos agrada estar con una persona optimista.
Lo que determina el rumbo de la nave no es la dirección del viento, sino la posición de la vela, así también lo que decide el éxito de la vida no son las circunstancias externas, sino la actitud del corazón, ya que hasta en las condiciones y circunstancias más desagradables, complicadas o negativas de la vida, se puede vivir de otra manera con una actitud positiva.