miedoyficcion

El cuento de nunca acabar, una promesa asíntota en órbita por mi cabeza. Mi pulso ha visto mejores días, hasta mi manera de sujetar el lápiz con firmeza se ha visto trastornada. Entre gestos temblorosos

Vaya extraña sensación de soledad. Pasan las horas rápido e igual sientes que han pasado milenios. Ya empapado por la cotidianidad, mis ojos y yo se confunden en estas nuevas calles, en estos caminos

Cuento inconsciente los segundos para despertar y abrir los ojos. Otra vez durante la noche, de nuevo con la sensación de que sus patas caminan sobre mi piel de manera tétrica, como un ejercicio diario

Confesó llorando aquel que intentó y no pudo, con una sarta de palabras sórdidas que lo llevó a echar espuma por la boca. Detrás de las paredes ciegas, aquel hombre anciano venido a menos repetía las mismas

Escenas famosas del declive, imágenes colorizadas del desastre en miniatura. Ando por mi cuenta, como me he acostumbrado a estar pasadas las 8:00 p.m., camino por rabia por los pasillos de una nueva posada

Un comunicado, una mezcla de palabras es suficiente para desfigurarme como los dientes afilados de una bestia. Meterte en mi cabeza es tu pasatiempo favorito, disfrutas de repetirme cosas que no quiero

Nos llevamos bien tú y yo, ¿no? Eso he querido creer desde que te conocí, o mejor dicho, desde que nos conocimos, porque tú llevas en pie unos cientos de años más de lo que yo siquiera llegaré a vivir.

No tengo la más miserable idea de lo que estoy haciendo con mi vida. De lo que sí tengo idea es de lo que pensé antes de quedar aquí en mi rol de meditador inevitable, degustando del amargo sabor de tu

Me he convencido a mí mismo de que todo en esta vida tiene un porqué, y siento que la vida misma me lo confirma con insistencia, enfrascada en mantenerme creyendo que dicha creencia quizás no es del todo

El reflejo del cristal te confunde, pues no ves a la misma persona que llevas acostumbrado a mirar todos estos años. Qué confuso te notas, fiel retrato, supongo que ha de ser la corazonada de su bofetada

No fuimos más que dos sombras en medio de aquella habitación cuando logramos cerrar la puerta con llave y nos dejamos llevar por la manía del otro. —¿Qué piensas cuando me ves? —preguntó Ariadna, sin mirarme—.

Dos caras de una misma moneda: amor y traición. Mi venganza fue osada y fría como los tratos que recibía de tu parte. Segundo encuentro con la persona que usaría como pieza de relevo, de desquite hacia

I – Nada personal Escuché buenas noticias sobre ti, hace mucho que las cosas no eran así. En otro lado me encuentro harto, pensando qué hacer con la carga que a mis anchas has dejado. Neutrales pasan por

I – Vaciedad Dos horas antes de lo usual mi vacío se llena a la mitad, siempre de frialdad. Nunca primera vez que arruino algo así de mal. Te pido por favor, no me huyas más. Hay que hablar sobre cómo

I – Hotel Miramar Estadía de un mes en el Hotel Miramar. Apareciste frente a mí preguntando por mi hogar, y te respondí por desearte allí. Un día más tarde comenzamos a nadar, en un mar de almas sin recordar

En el tortuoso proceso que implica crecer y madurar nace la curiosidad de descubrir lo que significa el amor hacia otra persona. A lo largo de esa etapa ese sentimiento puede mutar y convertirse en un

¿Quién soy yo para hacer las veces de consejero cuando no he perdido lo mismo que él? No puedo entrar a su mente y recrear el dolor que le tocó experimentar cuando vio apagar aquella luz que dio inicio

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I don't know if your sudden appearance is an omen. Watching myself sitting on that bus stop in the middle of the night was already weird enough before you started distorting my memories and sneaking into

No sé si tu aparición sea un presagio. Verme postrado en aquella parada de autobús en medio de la noche ya era por sí suficiente extrañeza como para que volvieras a distorsionar mis memorias y colarte