Sombras hemanadas

Sombras emanadas
Jugaba en el patio de su casa, en el columpio, como quien quisiera comerse el mundo en una vida, sus padres estaban en la cocina, preparaban un estofado, al parecer. Su hermana mayor, una hermosa rubia de ojos oscuros, recibía clases de astronomía en la universidad. Sofía era una niña emprendedora, pero muy descuidada, vivía en el seno de una familia tranquila, podía decirse que eran felices, compartían. En la casa, solo vivía su madre, su padre, su hermana mayor y ella.
Uno de esos días, de clima cálido y acogedor, Sofía decidió caminar por los alrededores de su vecindario, su madre tejía unos escarpines, le encantaban, su padre, preparaba la torta fría que tanto le gustaba a Sofía, su hermana hurgaba entre los libros que solo ella entendía para seguir en su mundo. Duró tres largas horas sola caminando, hasta que la inclemencia sol la hizo desistir de su idea. Al volver a la casa, nota que sus padres no están, ellos salían a veces, pero era un poco extraño que no avisaran a la hermana de Sofía, ella tampoco supo nada, no escuchó el ruido de la puerta. Sofía ve que a la torta le faltaba la última capa para colocarla en la nevera, su padre nunca dejaba nada a medias… de repente pasa una brisa fuerte, voltea, la ventana estaba cerrada y escucho un susurro cerca en el oído. Cuando volvió a voltear, salió una sombra de la nada que se iba desdibujando, con forma de hombre, en su desdibujes, se fueron notando sus brazos gruesos, su altura, su cabello naranja y despeinado, sus facciones fuertes del rostro, la sombra agarro un cuchillo y se lo puso en el cuello de Sofía, intacta perpleja hizo todo lo que el tipo le decía, en la esquina de la casa donde estaba el cuarto de visitas y que era el segundo pasillo, que quedaba por detrás, hacia la cocina, consiguió a su madre muerta con los ojos abiertos, empezó a llorar, y el asesino le dice: no llores nenita era un perra, que no serbia para nada, la niña entra en crisis, se zafa de él, le lanza una escultura en forma de mujer antigua de su mama, y corre hacia su habitación, él le dice no podrás escapar, va a la cocina y se prepara un sándwiches con queso, tarareando una canción, ella busca a su hermana para contarle y la hermana estaba escuchando música no había percibido nada, Sofía le explica todo muy agitada, su hermana le dice: deja de estar inventado esas cosas extrañas y bizarras, le voy a contar a mama. Como la ve en una estado de crisis, temblando; sale corriendo a ver qué pasa, efectivamente había un tipo en la cocina sentado comiendo, la mira a los ojos y se ríe de tal manera que la risa retumba en sus oídos ella corre a las habitaciones a buscar su hermana el tipo no se mueve, ella baja por la escaleras y al buscar a la hermana la consigue en el piso llorando y con las manos llenas de sangre, su papa también estaba muerto. Ella se queda de pie viendo… llora en shop y abraza a su hermana, le dice: nos tenemos que ir nena, agarran un suéter que siempre tenían a la mano y bajan por las escaleras corriendo, y el tipo las está esperando al frente de las escaleras, regresan a los cuartos, Sofía se esconde en el ático y la hermana se esconde en su armario, se escucha un tiro, el asesino dice: vamos a jugar a las escondidas. Por un orificio del ático ve que no está en las escaleras, sale con mucha cautela y con un palo de golf de su padre, baja al cuarto de invitados, se esconde, debajo de la cama, la hermana la llama en susurro pero Sofía está lejos de su armario, sale meticulosamente buscándola, pero no la consigue y no ve al asesino, de repente el asesino la agarra por los cabellos y la arrastra por todo el piso y la lanza al cuarto de huéspedes, donde esta Sofía, hay una hamaca guindada por encima de la cama, la agarra por el cuello y la ahorca. Sofía tratando de no gritar, de no gemir y llorar, aguanta la respiración, la sombra dibujada sale de la habitación, Sofía queda congelada, no sabe qué hacer. Escucha una voz que le dice hermana tienes que sobrevivir, recuerdas nuestro escondite, Sofía hace memoria, no recuerda, en un destello de imagen corre se monta en la cama y empuja un pedazo de pared este se mueve saca la tapa, dentro hay una cojín rojo, trata de meter las manos por ese orificio y entra completa dentro, del tamaño de una nuez, ve una caja entra allí y sale por el armario de su hermana, había logrado recordar que ese escondite, lo creo su hermana y jugaban cuando eran pequeñas, sale del armario no ve a nadie a fuera, corre a la parte de a tras de la casa y sale, se esconde debajo de la mesa del patio, el asesino la busca desesperadamente, pero no la ve se había vuelto invisible.
Nakary García.

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