Campesino


Fuente

 

Con el canto de un gallo se levanta con el alba, con un gracias Dios por un nuevo día.

En una casita de madera al pie de una loma, secada por el sol y el tiempo.

En el aire, olor a café a tortillas recién palmeadas, ese olor a tierra fresca que se cuela por las ventanas, le dan vida, le da esperanza y le llenan el pecho de orgullo.

A ese hombre humilde con las manos fuertes y cubiertas de callos de trabajar la tierra con ellas y su corazón y el amor por ella.

Besa la frente de su compañera de vida, que se ha levantado antes que él, y con su bendición le entrega unas viandas envueltas en un pequeño pañuelo tan humilde, pero tan limpio cómo su corazón.

Sale ese hombre noble con un pantalón lleno de parches y costuras y en la cintura su machete.

En compañía de un perro tan fiel como la devoción de este hombre por la Tierra .

Lo espera un día en el campo en los montes, sembrando más que hortalizas, está sembrando orgullo, dedicación, nobleza y una humildad que es lo que más lo define como ser humano.

Con un sol qué lo baña con sus rayos y secan aún más una tez ya enrojecida por sus caricias está este hombre, ese campesino ese agricultor, mi héroe de la tierra, mientras su perro bajo un árbol lo mira y lo acompaña en su labor.

Al atardecer después de un agotadora faena en su espalda regresa a casa con la satisfacción y unas flores qué recogió en el camino para su amor, qué lo espera en una cerca de madera que rodea su casa y con un beso y un abrazo lo recibe, con un gracias a Dios que estás bien, y ese es su premio, el amor de una gran mujer y la lealtad su perro y su mejor amigo.

Es todo lo que necesita este hombre, este campesino para ser feliz y estar completo.

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Ecency