¡Hola amigos Steminians! En esta oportunidad voy a presentarle mi participación para el concurso fotocuentos, originado por la amiga @rahesi, ya que me parece interesante motivar y promover el desarrollo de la escritura, tomando como base una imagen publicada por @rahesi.
Sin más preámbulo les dejo mi post el cual lleva por nombre.
Desde pequeño he vivido en la ciudad, un lugar donde solo se ven edificios, vehículos, industrias y mucho smog. Todo es estresante, los carros echando cornetas, los vecinos escuchando música con volumen fuerte, la gente tropezándose al caminar y un sin fin de circunstancias que día a día toca vivir en este entorno.
Ya cansado del trajín laboral y el modo de vida en el que vivía, tomé la decisión de regalarme unas vacaciones, pero esta vez sería en un lugar apartado de la sociedad donde se pueda respirar aire puro y sentir la tranquilidad que toda persona debe necesitar.
No tenía un destino en específico, mi necesidad no era viajar simplemente para un determinado lugar sino más bien para encontrar ese espacio que me ayudaría a sentir una esencia nueva. En eso, una buena amiga (@rahesi) me comenta sobre un lugar al que llaman “Regalo de Dios”, no me dio descripción del lugar pues dejó a mi imaginación lo hermoso que sería al ser conocido con ese nombre. Así pues, me dispuse a viajar relajadamente hacia aquel sitio.
Luego de 10 horas de viaje hacia el oriente del país veía dibujándose una serie de montañas, un arco iris se refleja levemente. Una linda cabaña se hacía ver en el camino, me detuve contemplando todo a su alrededor. Todo era verde y florido.
-!¿Acaso he llegado al paraíso?¡
En eso llega un mensaje al teléfono, pero al ver semejante hermosura de ambiente no quise ni ver la pantalla.
Emocionado y conmovido caminé entre los árboles. Un espejo natural se encontraba frente a mí, no había visto algo igual, una laguna rodeada de verdes montañas y golondrinas volando pincelaban una obra de arte ante mi mirada.
Desde ese instante me olvidé del vehiculo, iba caminando de aquí para allá y de allá para acá. Todo es tranquilidad y armonía, cada hora y cada momento disfrutaba en su totalidad.
Sábado y domingo pasaron y ya debía volver a mi rutina estresante de vivir en la ciudad. Apenas al salir pude ver los mensajes que habían llegado a mi celular, uno de ellos era una foto de mi amiga con su nombre en la que se veía observando el paisaje desde un pequeño puente y una frase que decía “Olvida todo aquello que te aqueja y disfruta del Regalo de Dios”.
Esto ha sido todo por los momentos, espero le sea de interés.
Muchas gracias por su atención y comentario
