Qué más da si saca diez o saco veinte;
para ella soy su hija, aunque falle y tropiece.
Su figura maternal, jamás he de olvidar.
Sus cuidados durante mi enfermedad.
Su protección ante la maldad.
Su vida por mí, estuvo dispuesta a dar.
¿Cómo no amarte madre?
¿Cómo no admirarte y apreciarte?
Si eres mi estrella, mi grande fortaleza.
Si solo tu amor, se iguala al de Dios.
Si solo tu nobleza, me enseña de grandezas.
Tengo perdón, adquirí salvación y como regalo; tu corazón.
Todos los días debe agradecerse el amor y cuidado de una madre. Hoy les presento a la mía; ella ha secado mis lagrimas, bajado mi fiebre y ha sido mi mejor amiga sin duda alguna. Es una dicha tenerla a mi lado.