Mi gato era un animal simpático, no sabia usar sus garras y solo se defendía golpeando con sus patitas. Le encantaba ver a los pájaros desde el techo de mi casa, le gustaba la comida de pollo y ronroneaba con solo verme.
Cuando era pequeño un día alguien intentó robarlo, y en la noche volvió corriendo a la casa muerto de miedo. Desde ese día, Rodolfo no quiso salir mas a jugar fuera de mi casa. Esa experiencia traumática lo hizo ser un gatito cauteloso, que se escondía con los sonidos fuertes y que desconfiaba de cualquier persona extraña.
Tenia la espalda negra y el estomago blanco, con un punto negro debajo de su boca. Era un gato bonito, con un poco de sobrepeso que mi madre lo excusaba como "estar llenito de amor", porque todos en la casa le dábamos nuestro cariño, le ofrecíamos nuestras camas para dormir, le regalábamos nuestros besos para que se sintiera feliz. Y cuando no encontraba ninguna puerta abierta dormía en el sofá y se relajaba como si ese sofá fuera de el.
Hoy mi mamá despertó sin escucharlo pedir su desayuno, al almuerzo no llegó a acompañarnos y ahora en la noche no estuvo para descansar al lado de la estufa.
No se escapó, porque salir de la casa era su mayor miedo.
Quizás sufrió un accidente, quizás se lo robaron, o quizás encontró un escondite de donde no puede salir.
Y por eso estoy triste, porque Rodolfo no esta, y porque no sé si esta bien, esta muerto o si esta sufriendo.
Te quiero gato weon ~
