La persona se siente abrumada, sobrecargada, se siente incapaz, exhausto. Se esfuerza al máximo de sus fuerzas por buscar exageradamente la perfección y agradar a los demás. Se sebrocarga de responsabilidades, se identifica demasiado con ellas y llega a olvidarse de sí mismo y sus propias necesidades básicas. Llega un momento en que se siente incapaz de afrontar tantas obligaciones; se desanima. Se siente abrumado, derrotado. Se ahoga y es incapaz de seguir. Siente que quiere desaparecer y pierde la confianza en si mismo.
Esta falta de confianza viene después de una serie de esfuerzos exitosos. Sin embargo, la cantidad de obligaciones sigue aumentando, o el nivel de responsabilidad aumenta y, gradualmente, se excede la capacidad de la persona. Es entonces cuando nuestra confianza puede "sacudirse" y hacernos dudar de nuestras capacidades.
"Ya no estoy seguro si puedo hacerlo. Siento que esto va más allá de mí "
"Tengo tantas obligaciones. Mucha gente confía en mí, no estoy seguro de cuánto tiempo más puedo seguir así. Este nivel de responsabilidades me desborda".
Este es un caso de una aguda crisis de confianza. No es una completa falta de confianza en uno mismo. Estos son individuos que siguen asumiendo más obligaciones y en un momento terminan marchitándose o doblegándose bajo la presión, abrumados por la duda en sus capacidades. La duda también puede aparecer como una experiencia aislada, por ejemplo cuando una persona se enfrenta a algo radicalmente diferente. Sin embargo, ¿qué pasa si no tienen éxito? Cuando hay mucho en juego y la ganancia es significativa, existen riesgos de fracaso y es entonces cuando pueden creer que están por encima de sus posibilidades. Esa sería la situación perfecta para los efectos del remedio Olmo. El remedio restaura la desconfianza en sí mismo, la esperanza en el éxito se restablece, la esperanza despierta la alegría, con la ayuda del Universo, conduce directamente a la meta. El remedio ayuda a un individuo a definir sus metas en proporción a sus capacidades y capacidades dadas. Un objetivo definido de tal manera se vuelve realista y, por lo tanto, alcanzable.
En resumen, con este remedio la persona se comporta de manera altruista. Ayuda a los demás, sin olvidarse de sí mismo ni de su misión. Siente más capacidad de trabajar y tirar adelante sin desanimarse. Y más serenidad ante las responsabilidades.
