Seguro hay algo común en todos, podemos tener días felices pero también tenemos un día gris, un mal recuerdo que se queda, no entendemos el porqué. Pero degasta intentar buscarle razón a todo, por eso debemos vivirlo y dejarlo pasar.
Alguna vez quise que un día como hoy fuese feliz, por eso tomé mis cosas, me inventé un viaje, fui hasta el sur, quise buscar borrar el dolor. Aunque viví sólo un sueño, fue pasajero y otra vez fue 22 de febrero para mí.
Después de tanto tiempo, quizá me perdono, quizá en mis sueños deje de ir caminando hasta el fin, ya no me aturden los lirios, ni recuerdo cuanto sufrí.
¡Me perdono porque sí!
Me vivo hoy esta nostalgia, me siento bien de superar el tiempo, bien por dejar aquel pálido sueño que tuve en los días en los que entendí que la vida es más que palabras, que aquel que ama da el ejemplo y se entrega sin medir.
Aquel que verdaderamente ama, piensa primero en la seguridad del otro, no esconde migajas que le sirvan para sobrevivir sólo, porque la vida le devuelve la soledad que mee en sus bolsillos de forma cruel.
Definitivamente, cambié los lirios por rosas, cambié los sueños por realidades, dejé el pasado en un basurero, ya sólo siento nostalgia o quizá un poco porque sí, pero es cierto que no recuerdo los detalles de aquel viaje que emprendí.
La verdad es que ese día gris que todos tenemos, es una sentencia breve, un mal aforismo fracasado, pues no se queda, no vivirá para siempre en nuestra vida, sólo cuando queremos recordarlo.
¡Para ya…!
Vale recomenzar a borrar las nostalgias.
No hay reglas, conciencias, ciencias o artes que logren detener un corazón decidido a superarse, hagamos que los días grises pasen y vivamos el nuevo sol sin miedos.❤
Imágenes propias. Fotografías tomadas con un móvil Blu Vivo One Plus. Cámara f / 2.0 1/100 3.79mm ISO 200. Editadas para los mensajes usando la aplicación de diseños Canva.
