Nuestro pensamiento lógico a veces nos juega alguna pasada, comenzamos a sentir cosas que no son posible, entonces es necesario el razonamiento sobre cómo resolver los eventos que enfrentamos, en el razonamiento está la clave para la tranquilidad, pero esto no es tan sencillo como simplemente decirlo, para ello debemos tener equilibrio en nuestro sentir, armonía en nuestra alma, y fe en el corazón.
Sabemos que desde nuestro pensamiento lógico podemos resolver problemas concretos, no obstante, el entorno en el que vivimos es complejo, evadir las noticias es una buena alternativa pero siempre debemos estar informados, entonces, un mundo en donde estalla una guerra en medio de una pandemia global no es el más idóneo para los sensibles.
Los sentimientos pueden verse afectados, las personas sin saber porque siente en su cuerpo escalofrío, ganas inminentes de ir al baño, mareos, y todo esto no es más que la somatización de los eventos externos afectando la estabilidad emocional.
Es imperativo realizar lecturas que nos tranquilicen, centrarnos en el amor a la familia, en el reconocimiento afectivo con la pareja, todas estas cosas parte de la estructura cognoscitiva de nuestra mente.
Debemos razonar de forma en qué aunque los argumentos sean fuertes, nuestra pasividad y esperanza sea aún mayor.
Se trata de reducir todo aquello que nos afecta, reflexionar coordinando ideas, mantener sentimientos idealistas y buenos, e ir adaptándonos a la modificación de nuestra mente a una visión positiva.
No estamos exentos de enfermar, no quiere decir que consigamos una fórmula para no sentirnos preocupados, de hecho las lágrimas son un reflejo de nuestros sentimientos y representan la mejor vía para drenar el alma.
Pero no siempre podemos estar preparados para llorar, debemos estar preparados para la tranquilidad, la fe y la confianza en el Cosmos de Dios el cual es un paradigma personal, por supuesto, que intentamos desde todo punto de vista que esta sea la verdad para cada ser humano.
Los razonamientos y sentimientos que surgen de la nada son importantes, debemos reflexionar sobre ellos, pero no debemos hundirnos en la tristeza que nos embarga, para superarlos debemos abrazar nuestra fuerza interna, desde el "yo superior" debemos decirle si a la esperanza y la vida.
Razonar y reflexionar sobre la nada es parte de nuestra inteligencia que se adapta a un mundo cambiante, pero nuestra energía interior es la asimilación del bien en nuestra estructura interna, por eso debemos adaptarnos con una sonrisa, orar por aquellos que lo necesitan e intentar reflejar al espejo una sonrisa. ❤
Imágenes propias. Fotografías tomadas con un móvil Blu Vivo One Plus. Cámara f / 2.0 1/100 3.79mm ISO 200. Editadas para los mensajes usando la aplicación de diseños Canva.
