Anteriormente les había contado cómo fue la gran odisea que fue llegar a Mérida. Una vez en la ciudad buscábamos lugares típicos para hacer turismo, el teleférico fue nuestro principal objetivo pero como en Venezuela todo es un proceso engorroso no pudimos subir. Así que bien, no nos detuvimos y buscamos una segunda opción y encontramos este lugar llamado "La Montaña de los Sueños".
Esto es lo más cerca que llegamos del teleférico de Mérida, una cuadra y una plaza de distancia.
¿Señor, disculpe, dónde queda la montaña del sueño?
Llegamos a la autopista que se transformó en carretera y los edificios de la urbe de Mérida se convirtieron en montañas y cielos nubosos, Google maps y cuál señor andino que veíamos en el camino nos ayudó a ubicarnos y a llegar a la ya susodicha montaña.
En esta posición, estuve sentado todo el trayecto hasta Chiguara, que es dónde queda el parque. ¿Incómodo? No vale, para nada.
¿1 millón para qué?
Finalmente habíamos llegado a nuestro destino, la montaña se presenta como un parque temático que le rinde homenaje a la época dorada del cine y televisión mundial y de Venezuela. Una vez adentro en el estacionamiento, se le pregunto al parquero cuánto era el costo de la entrada al parque y con bastante seriedad y seguridad respondió : 1 millón de bolívares por persona. Hubo un silencio dentro del carro, de impresión y terror, se escucho tal vez un minúsculo grito de un bolsillo.
"Ok, ¿ Y ahora que hacemos, yo no vine con el culo moli'o todo el camino pa' no entrar y no conocer". Se quejaba uno de los padres que venía con nosotros dentro del carro.
Pensamos lo mismo, así que cedimos a pagar el precio y disfrutar el resto del día ahí, yo para esas fechas había perdido mi anterior cuenta de steemit (@chrisjares) esto significaba que yo no podía pagar nada del viaje, así que con bastante resignación, dejé mi mamá tuvo que pagar las tres entradas del parque, la de ella, la de mi hermano menor y la mía.
La Montaña de los Sueños
Cuando entré a la primera impresión que tenía del parque, era malo, parecía descuidado, sin ninguna alegría, el cromo de las atracciones o antigüedades fue reemplazado por el óxido de los años, los galpones donde comenzó la visita olían a desidia, desinterés , disfrazado de moho en algunos lugares. Noté que el lugar ya había perdido una magia e importancia para los lugareños y los turistas, pero ahora eso ya estaba perdido.
Ciertamente había un aura de magia en el parque, que una vez tuvo gloria y fue la principal atracción para los turistas que llegan a Mérida y también para los habitantes de la ciudad, pero el tiempo no trata bien la ambición de alguien que ama el cine y cultura, que puede haber descuidado su trabajo a lo largo de los años.
Ya dentro de la pequeña ciudad de Caracas que era ambiental en el parque, pudimos echar un vistazo a la hermosa era que el arte tenía en nuestro país en las edades pasadas. Renny ottolina, la hora cero, los billos Caracas boys y el mandato de Marcos Pérez Jiménez, solo por nombrar algunos de los grandes talentos y momentos que Venezuela tuvo en sus días de gloria, se les dio un tributo y espacio en este lugar.
Y llega la noche y todo el lugar ahora comienza a convertirse en psicodelia, de verdadero vigor y magia, las luces de los establecimientos dieron un espectáculo visual e hipnotizante, fue mi error quizás juzgar antes de tiempo que el parque habría perdido su magia pero no fue así, quizás tuve que esperar un poco para sorprenderme.
y como la noche tiene su final este post también; Solo puedo decir que fue una experiencia agradable y rara haber podido ir a la montaña de los sueños y conocer el pasado cultural de mi país, muchas gracias por su leer, espero que hayan disfrutado de esta recorrido visual.
Todas las fotografías al igual que el relato que pueden apreciar son de mi completa autoría y exclusivamente para steemit.
Cámara réflex Nikon D60, Lente NIKKOR 18-55mm.