Mi nacimiento fue una rutina acontecida en un día rutinario de un mes rutinario de un año rutinario del calendario, en una ciudad rutinaria de un país rutinario.
El parto rutinario que me inició en esta vida rutinaria fue asistido por un medico rutinario y una matrona rutinaria, y recibí muchos regalos rutinarios de visitas rutinarias que asistieron a la mencionada rutina.
Mi bautizo fue toda una rutina, me llevaron a una capilla rutinaria donde un cura rutinario realizó la ceremonia de rutina acostumbrada, ante la presencia de padrinos, familiares y amistades de rutina. Así me inicié en la rutina de mi vida religiosa de principios rutinarios y prácticas rutinarias.
Me crié en una familia rutinaria, con padres y hermanos rutinarios, los que me dieron la educación rutinaria necesaria para poder enfrentar esta vida rutinaria.
Y cumplí con todo el programa de rutina de vida establecida, cumplí con toda la rutina del colegio en un colegio rutinario, cumplí con toda la rutina de aprobar ramos rutinarios, con toda la rutina de hacer amigos con compañeros rutinarios, con toda la rutina de tener novias con amigas rutinarias, con la rutina de hacer deportes rutinarios y con la rutina de obtener los diplomas rutinarios.
También cumplí con la rutina de cursar una carrera universitaria, en una universidad rutinaria, donde obtuve todos los títulos y diplomas rutinarios, necesarios para poder desempeñarme rutinariamente en el rutinario mundo laboral con un trabajo rutinario.
Y por último cumplí también con el resto de las rutinas establecidas y exigidas , la rutina de casarse, para lo cual seguí la rutina de encontrar una novia rutinaria apta para contraer un matrimonio rutinario, la rutina de traer hijos rutinarios a este mundo rutinario, y así cumplir con la rutina de tener una familia rutinaria, y también las rutina de comprar casa, coche, casa en la playa, y así todas los complementos de rutina necesarios para la vida rutinaria.
Y claro, después vienen más rutinas, se multiplican las rutinas a medida que nacen y crecen los hijos, las rutinas de los bautizos, las rutinas de los babyshower, las rutinas de las celebraciones de los cumpleaños, las rutinas de los jardines infantiles, las rutinas de los colegios.
Y la rutina de la vida familiar se multiplica, las rutinas de tomar desayuno, llevar a los niños a los colegios y traerlos, las rutinas de las reuniones, las rutinas de los paseos, las rutinas de salir de viaje con mi familia en todas las vacaciones rutinarias.
Mi vida rutinaria tiene lugar entre dos rutinas, que son la rutina de la vida familiar y la rutina de mi trabajo rutinario, no tengo tiempo para ninguna rutina con amigos rutinarios.
Luego de haber cumplido con todo un programa rutinario establecido, y de haber tenido tan ocupado todo mi tiempo en desempeñar tanto quehacer rutinario, y en consecuencia de no haber tenido ni tiempo para pensar, ahora me asaltan algunas dudas que no me dejan estar en paz:
¿Quién estableció todo ese programa de vida de rutina que yo he estado cumpliendo a cabalidad?
¿Por qué yo nunca me detuve a reflexionar si dicho programa rutinario era lo que yo realmente quería para mi vida?
¿Por qué me he conducido como un verdadero robot, sin cuestionar nada de todo lo que hacía, a pesar de que me sentía cumpliendo con cosas obligadas en lugar de sentirme a gusto, como se siente toda persona que realmente hace lo que le gusta hacer?
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GRACIAS POR VENIR A PARTICIPAR
DESDE CHILE
MARIO TRIVELLI