Hay ciertas etapas en la vida del ser humano donde reflexionamos de forma intensa. Es el momento cuando algo que nos robaba la mayor parte del día, ha terminado, y ahora nos queda tiempo de sobra para nosotros.
Solemos perdernos en ocasiones con convicción, en el trabajo, los estudios, una relación, enfermedad de un familiar entre otras, y con ello perdemos la capacidad de nuestro crecimiento personal. Podemos tardar meses o años sin prestarle atención, pero es algo que está por naturaleza en nuestro ser. Por ello, tarde o temprano se va a manifestar de una forma que no podríamos dejarla a un lado.
Yo suelo tomarme ese tiempo de reflexión cada vacaciones, y en este momento que he vuelto a entrar en vacaciones por unas semanas, me he encontrado en ello.
Es muy bonito cuando nos reencontramos. Cuando dedicamos tiempo a nuestras pasiones, nuestros intereses. Cuando volvemos a hacer lo que nos nace únicamente cuando ha bajado el estrés y tenemos tiempo libre.
En mi caso amo primero tener tiempo para ver las series de tv que durante la etapa de clases, he dejado a un lado. Por otra parte amo hacer manualidades. Cuando tengo tiempo libre me animo a hacer todo tipo de manualidad que se me ocurra con lo que llevo guardado, que es comúnmente material para reciclar. De la misma manera, me dedico a hacer dibujos, a pintar, a tocar el violín y la guitarra. Busco libros que me ayuden en este proceso de reflexión y crecimiento o novelas que me inyecten ese toque de pasión y electricidad que había estado apagado por la monotonía. Busco reflexionar sobre lo que he hecho, que rumbo a tomado mi vida desde las últimas vacaciones, de que manera he cambiado, que personas me rodean en la actualidad y de que manera influye eso en mi vida.
Comienzo a releer escritos que realicé en mi libreta en tiempos donde me sentí ahogada de frustración y sentimientos. O en momentos de tanta alegría y felicidad que de alguna manera debía dejar huella de ello mientras lo vivía. Esto me ayuda también a reflexionar sobre las emociones que he manejado en mi vida y de cómo están ahora.
En total, es un sinfín de emociones a las que me suelo sumergir de manera consciente con el objetivo de conocerme y de estar conmigo misma. Quizá sea un poquito (solo un poquito xd) emocional, pero es la manera en que me muevo, y como trabajo. Cuando no realizo esto (que ya ha ocurrido en ocasiones pasadas) me siento morir, aunque respiro y me muevo.
Por ello, mi invitación hoy es que a pesar de la situación que se esté viviendo en casa, haya paz y tranquilidad, o haya tensión, te sumerjas un tiempo a solas para ti, para conocerte y dedicarte a lo que realmente te gusta hacer en pero que has dejado de lado por un tiempo.
PD: La música puede ser parte de ello, ella jamás abandona.
¡Saludos!
Fuente