Al sumergirte en el inconsciente del tiempo das permiso a la ilusión y todos tus restos diurnos se hacen presentes, todo lo que no te permitiste vivir comienza a hacer presencia dentro de este mundo atemporal. Entonces das comienzo a una mágica historia, es una historia llena de situaciones incomprensibles, alucinantes, te sientes como aquel famoso elefante de aquella supuesta película animada para niños y comienzas a jugar con todo tu mundo, a moldear las fichas y convertirlas en algún significado.
Mientras luchas por hacer de ese mundo una organización consciente, disfrutas de poder tener el tiempo suficiente para hacer todo lo que te plazca, es cuando te haces la gran pregunta ¿Deseo hacer consciente lo inconsciente, realmente quiero volver al mundo donde el tiempo gobierna las vidas y robotiza las acciones? se asoma un dilema que amenaza con dejar de soñar todo lo que quieres cumplir y lograr pero que el tiempo, maldito tiempo no te permite.
Actualmente nos estamos convirtiendo en esclavos de las horas, de los minutos o peor aún de los segundos y permitimos que nuestra vida sea gobernada por las agujas o los tic tac de nuestros relojes, olvidándonos de lo bonito que es vivir a plenitud y hacer las cosas que nos llenan de alegría, permitiéndonos soñar en cualquier pequeño momento que tenemos donde a pesar de ser algo mínimo, liberamos nuestra mente y volvemos el tiempo atemporal, entonces los minutos se vuelven años; justo ahí queridos amigos es cuando entramos a lo que yo denomine como titulo de este articulo el inconsciente del tiempo.
Sentado en una noche caminando por la vida de lo atemporal pude crear este escrito, sin prescindir del tiempo, ni siendo esclavo de la realidad. Espero les guste.