Su cuerpo era hambre en carne viva ante el deseo sexual, vivía en hambruna sexual sostenida por un matrimonio fraterno.
Vivía con un hombre encantador, buen padre con hijos y un buen ser humano. Pero jamás se sintío deseada a nivel sexual por él.
Muchas personas le decían, "pero Fulana seducelo, hazle una cena, etc, etc". Sólo le faltó montarse en el techo de la habitación desnuda a ver si captaba su atención sexual.
Él siempre afirmaba estar muy cansado por el trabajo, y otras veces su actividad sexual era incompetente al hambre de Fulana. Le hacia el sexo como para salir del paso.
Un día conoció a un hombre en una panadería, el derramó por accidente un jugo sobre su blusa, se evidenció la marca de sus pezones a través del frío del jugo. El hombre muy avergonzado compró otro jugo mientras le regalo su pañuelo para ella limpiarse la blusa. La mirada de ese hombre era de nervios y eso le encantó. Posiblemente con mucho descaro Fulana asumió el reto de pedirle su número telefónico. Espero unos días para escribirle,y así fue... el respondió inmediatamente y la invitó a salir con la excusa de compensar el accidente, sin darse cuenta estaba teniendo sexo en el auto con un desconocido y sin darse cuenta ese "desconocido" le hizo el amor, no sólo fue sexo. La hizo sentir viva, la hizo sentir que valía.
Así comenzó su nueva vida y comprendío que no se puede estar casada con un hombre que no demuestra deseo sexual por ti. No se puede sostener un matrimonio sólo por lo hijos cuando tú como mujer no eres feliz y descubrió a los años de separada que aquel hombre que solía ser su esposo le era infiel con una mujer muy cercana a la familia.
Fue juzgada por la sociedad al divorciarse.
Sus padres le dieron la espalda por dejar su matrimonio con hijos de por medio.
Sus amigas le llamaron "fácil"
Resulta que actualmente es una mujer feliz, una madre feliz y les enseñó a sus hijos a respetar a su padre de igual manera.
Que ironías tiene la vida cuando se trata de amor y de sexo. Que difícil es aprender a velar por aquello que en verdad nos hace felices, algo justo y necesario.
Qué importante es estar al lado de un hombre que te hace sentir amada,viva y sin hambre.
