HASTA EL FINAL ES HASTA EL FINAL


(Con la vista fija hacia Venezuela)




HASTA EL FINAL ES HASTA EL FINAL

     Hasta el final es hasta el final, ¿que acaso del olmo podemos esperar peras, del fusil flores y del tirano justicia? ¿Que acaso ellos no van con todo? Ir hasta el final porque ya no tenemos nada que perder, salvo la libertad para decidir por nuestros propios medios. No podemos callar la rabia, la frustración, la desesperanza; hay que ir hasta el final porque ganamos más que quedarnos en casa, porque de qué nos sirve vivir en las tinieblas, temerosos de que nos quiten la migaja de la bolsa o la limosna del bono, cuando ya nos han quitado la educación, la salud, la seguridad, la recreación, la familia, la dignidad; de qué nos sirve un país saqueado, de políticos corruptos que negocian con pranes, de militares que se venden al mejor postor, de qué nos sirve la patria cuando el pueblo cada vez es más pobre.

     Hasta el final es hasta el final porque no es justo que cien se distribuyan las riquezas de pdvsa y a millones no les alcance el sueldo; porque es injusto que los hijos de los corruptos vivan como ricos en otros países mientras el desayuno de los niños en las escuelas es una arepa sin relleno; porque es inmerecida la pobreza a la que han sometido al venezolano común que no sabe cómo sobrevive con un sueldo miserable mientras un grupo enchufado ostenta negocios, vehículos y todo tipo de extravagancias lujosas.

     Hasta el final es hasta el final porque hay que recuperar las centrales hidroeléctricas, los hospitales, las escuelas, las universidades, los centros de investigación y lectura, los cuerpos de seguridad, las fuerzas armadas, la justicia, los reencuentros familiares, la meritocracia y primordialmente la dignidad de ser venezolano, de ser gente, de ser humano.

     Hasta el final es hasta el final por ese asunto de dignidad, de orgullo, porque no es cualquier cosa ser esclavo de un gobierno que nos quiere sumisos, callados, cobardes, conformistas, ignorantes. Tampoco es cualquier cosa la libertad, por eso hasta el final es hasta el final, porque es mejor que a uno no le den, que no piensen por uno, que no me digan qué debo comer o cómo vestirme o cuándo protestar; hay que preferir la libertad de hacer lo que uno quiere, cuando uno quiera o como uno quiere.

     Hasta el final, simplemente, es hasta el final, y ya.


Texto y fotografía de @jesuspsoto

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