Soy imperfecta ¡Y qué!

woman-2211498_1280.jpg

Una tarde me puse un vestido sexy que nunca usaba, unos tenis que no combinaban con el vestuario, un maquillaje que constaba solo de un labial rojo, pinté mis uñas de negro, no recogí mi cabello como acostumbraba y me coloqué ese perfume que todos parecían odiar, pero yo amaba.

Esa misma tarde, decidí que era imperfecta y no me importaba, esa pequeña tarde de un viernes de primavera, espere a mi pareja en mi apartamento para decirle unas cuantas verdades depositadas en mi cuenta de banco y retiradas por mi valentía.

Lo veo llegar me mira de arriba abajo y se lo que piensa: no aprueba totalmente mi aspecto, pero ya no me importa. La mujer que aguantaba gritos, insultos y ese peculiar superpoder de menosprecio propio del aparente amor de mi vida, fue tirada a la basura junto con toda la ropa aburrida, las inseguridades y las invitaciones de lugares que comienzo a despreciar.

No me malinterpreten, siento cierto cariño por el individuo, nuestros primeros meses fueron pura alegría, pero el señor se dio cuenta que venía con defectos de fábrica y pensó en las mil y un maneras de cambiarme. Creo que allí, justo allí, todo se fue a pique.

Si bien, en un principio traté de complacerlo, me ajusté a sus exigencias y trabajé arduamente en ser perfecta para que me amara, no comprendí que amar no se trata de perfección sino de aceptación, así como yo acepte sus defectos el decidió que los míos eran insoportables, pero ya me cansé.

separador.png

Lo veo cubrirse su rostro con las manos, y sé que en segundos comenzará con su discurso de que es lo correcto, lo perfecto y todas las demás críticas que se me de memoria, pero hoy hay algo distinto, hoy me toca hablar.

Con un gesto le digo que guarde silencio, el me mira sorprendido y antes de que comience a decir algo lo enfrento diciendo:

-No comiences, sé que estas molesto, que no te gusta lo que vez, pero hoy ahórratelo no me importa. Ya estoy cansada de tus críticas, tus recriminaciones y hasta de tu manera de decir la palabra perfección. No me importa, ni me interesan tus opiniones, ya no tengo paciencia para trabajar en ser perfecta, soy imperfecta y no me importa.

En su rostro se leen dos cosas: enojo y sorpresa, pero aun así continuo con mi discurso:

-Soy imperfecta así como lo oyes, soy imperfecta ¡Y qué! Tengo celulitis, estrías, puntos negros y un carácter que según muchos dicen que no me llevará a ningún lado, quizás tengan razón, pero no me importa. Tú y los demás pueden pensar lo que quieran, nadie tiene el poder de hacerme sentir menospreciada, no le doy el manejo de mi vida a nadie.

Además, si querías una muñeca vacía sin la capacidad para formular una frase coherente, te hubieses comprando una muñeca de juguete, o incluso mejor para que sientas que tienes todo el poder, adopta una mascota en línea.

separador.png

Veo como comienza a mirar por la ventana tratando de serenarse y me dice:

-¿Qué te pasa? No eres tú misma, parece que tengo frente a mí a alguien más.

Tomo su mano y coloco el anillo que me regaló hace un mes en nuestro compromiso, veo como gira su rostro, hacia mí en el puedo leer una justa cantidad de decepción mientras digo:

-Quien está frente a ti es la chica real, no ese espanto que quisiste crear, esta soy yo y me cansé que me digas que vestir, como maquillarme y hasta con quien salir, a mí no me gustan tus amistades, sin embargo, nunca me has escuchado prohibirte algo, y mira que alguien debería decirte que aquel traje verde no te luce.

Me mira con desprecio, y me preparo para su mejor ataque:

-¿Qué quieres que te diga?, solo quise hacerte una mejor persona, pero si quieres pasar tu vida siendo esa persona simple y sin brillo no es mi culpa. Haz cambiado no eres la misma de siempre, donde está la mujer de quien me enamoré.

Le respondí:

-Nunca has estado enamorado de mí, te enamoraste de la imagen que tenías de mí y cuando comenzaste a darte cuenta que estabas equivocado, decidiste reparar el error tratando de convertirme en alguien que no soy a tu conveniencia, comenzaste a querer borrar toda mi esencia e incluso te avergonzaste de mi pasado.

Un pasado que ni a ti ni nadie le importa, te enfocaste tanto en mis defectos ,que olvidaste que tienes los tuyos y, ni siquiera te diste la oportunidad de conocerme de verdad.

separador.png

Luego comienza a caminar hacia la habitación, toma sus cosas, las colocas en una maleta, y a los minutos, termina nuestra relación con un portazo de mi puerta principal.

Desde ese día no lo volví a ver, es cierto que lloré por su partida, pero no aguantaba más.

Ahora que ha pasado un buen tiempo, creo que fue la mejor decisión, necesito a alguien que me ame tal y como soy, no a un idiota que se enfoque en mis defectos desluciendo mis atributos, por ello hoy grito: soy imperfecta ¡Y qué! Es tiempo de vivir mi vida.

woman-1909623_1280.jpg

Este relato lo escribí pensando en todas aquellas personas que tratan de cambiar en pos de ser queridas por alguien más, cuando lo importante es entender que si alguien nos ama, implica comprensión, aceptación y respeto por quienes somos. Si alguien no es capaz de ver lo grandioso que hay en cada uno de nosotros, simplemente no nos merece y es bueno que le dejemos la puerta abierta para que salga rápidamente de nuestras vidas.

Las imágenes están enlazadas correctamente y fueron editadas usando herramientas de BeFunky.
Los separadores y el banner son de mi autoría y fueron realizados utilizando herramientas de Fotor y Pixrl.

22.png

H2
H3
H4
3 columns
2 columns
1 column
Join the conversation now