El Campo Electromagnético Humano

Éste artículo fue originalmente publicado en Human Frequencies el 7 de octubre de 2016

CORRIENTE ELÉCTRICA Y POLARIDAD

Es conocimiento común que cualquier corriente eléctrica que fluye a través de un conductor produce un campo magnético alrededor de la misma. La dirección del flujo de corriente determinará la polaridad, siendo un polo positivo y el otro negativo. La polaridad se presenta en prácticamente todo el Universo. La Tierra tiene polaridad, las células tienen polaridad, el cuerpo humano tiene polaridad.

La molécula de agua es un ejemplo bastante común de polaridad química, además es una gran conductora de electricidad (siempre y cuando tenga sales y diversos iones disueltos, el agua destilada es muy mala conductora). Es importante recordar que el 70% de nuestro cuerpo es precisamente agua.

Ahora, existen dos tipos de corriente eléctrica, determinadas por el tipo de flujo:

  • Corriente directa (CD) desarrollada comercialmente por T. A. Edison, donde la carga eléctrica fluye solamente en una sola dirección. Cualquier batería utiliza este tipo de corriente.
  • Corriente Alterna (CA) descubierta por el enorme e increíble genio de Nicola Tesla, y aquí la dirección del flujo eléctrico cambia de una dirección a otra. Éste es el tipo de corriente que se utiliza en todas las casas y empresas.

Un conductor es cualquier material que tiene la capacidad de transportar carga eléctrica, esta cualidad está determinada por la alta disponibilidad de electrones, pero un aislante carece de electrones para compartir así que no es posible la transmisión de la carga eléctrica, a esta propiedad se le llama resistencia. Y entre los materiales conductores y los materiales aislantes se encuentran los semiconductores en medio de ellos. Los semiconductores son materiales cuya resistencia es alta pero no tan alta como la resistencia de un aislante, lo que le permite transportar carga eléctrica bajo determinadas circunstancias, y muy importante es saber que su conductancia está modulada por la temperatura. Los semiconductores son componente básicos e imprescindibles en todo dispositivo electrónico moderno. Ahora vamos a explorar el cuerpo electromagnético humano.

Otro científico interesante es Robert O. Becker. Sus resultados confirman que los organismos vivos tiene una carga eléctrica de corriente directa, la cual se puede medir desde la superficie corporal. Cuando sucede una herida, hay una fuga de corriente que crea un corto circuito en esta corriente directa, por lo que la reparación de tejidos sucede a través de semiconducción eléctrica. También enfatizó el hecho de que el sistema perineural es sensible a los campos magnéticos.

MAGNETISMO COMO MÉTODO DIAGNÓSTICO Y TERAPÉUTICO

En la antigüedad, tanto egipcios como griegos utilizaban imanes como instrumentos curativos. Los imanes de hecho fueron utilizados frecuentemente por terapeutas a través de la Historia, pero los últimos siglos han impuesto un enfoque mecanístico del cuerpo humano el cual descarta los biocampos. Incluso los egipcios trabajaban su energía Qi (o Prana), así como los chakras.
El médico alemán Franz Anton Mesmer parece ser otro pionero que fue marginado de la sociedad científica. Según su único discípulo, Mesmer entendía la salud como el libre flujo del proceso de la vida a través de miles de canales dentro del cuerpo. La enfermedad era la consecuencia al obstáculo de este flujo, y éste concepto es prácticamente igual a la perspectiva de los sistemas Orientales de salud y bienestar. Al comienzo de su carrera, Mesmer utilizó imanes para restaurar tal flujo, y con el paso del tiempo y la adquisición de experiencia, se dio cuenta de que sólo empleando las manos podía lograr los mismos efectos. A pesar de todos sus logros nunca logró reconocimiento de la comunidad científica. Incluso el rey Luis XVI envió una comisión de expertos, entre los cuales se incluían Antonio Lavoisier y Benjamín Franklin, concluyendo que el dichoso flujo no existe y que todo es producto de la imaginación (a pesar de Franklin y de la comisión, argumentaron su decisión con un ensayo poco elaborado). Así que el reino magnético del cuerpo humano se descartó de cualquier estudio durante un largo tiempo.
Pero unos años después fue el turno de la electricidad. Un siglo después del fallecimiento de Mesmer, hubo un avance importante cuando en 1903 Einthoven inventó el primer electrocardiograma práctico que tuviera utilidad clínica, razón por la cual posteriormente se le otorgó el Premio Nobel en 1924. Desde entonces, los registros eléctricos del la dinámica cardiaca han sido ampliamente aceptados, y otras partes del cuerpo comenzaron a estudiarse. También en 1924 Hans Berger registró el primer electroencefalograma utilizando la cabeza de su hijo. Y en 1939 Burge detectó cambios de voltaje en el cuerpo. Ahora se sabe que la actividad física vuelve al cuerpo más negativo. El sueño tiene como característica la disminución de voltaje. Y la anestesia tiende a volver el cuerpo más positivo.

El corazón es el principal generador eléctrico de nuestro cuerpo, creando a la vez un campo magnético alrededor del mismo. Es capaz de proyectar señales eléctricas, sonoras, de presión, de calor, de luz, magnéticas y electromagnéticas. La sangre es un buen conductor de electricidad, el sistema circulatorio transmite pulsos eléctricos a cada latido. 

Cada órgano tiene su propio campo electromagnético, incluso cada célula. El Instituto de Heart Math está logrando muchos avances en la integración de los campos eléctrico y magnético del corazón y su relación con el bienestar general. El campo producido por el cerebro tiene una milésima de potencia comparado con el del corazón. Aún más pequeños son los campos evocados cuando hay un estímulo sensorial (sonido, luz, tacto). Entonces, se deduce que el campo global es la suma de todos los campos que los órganos y músculos producen.


Fuente: Instituto Heart Math

Las corrientes prevalecientes de la ciencia no pueden seguir negando este hecho. Del cuerpo emana un campo electromagnético. Si los circuitos del cuerpo son eléctricos (neural, circulatorio y especialmente tejido conjuntivo), entonces se crea un campo magnético alrededor del cuerpo. 

Dicho esto, falta definir si el biocampo electromagnético y el aura son el mismo concepto. Varios científicos y terapeutas están de acuerdo en que el campo áurico es el mismo biocampo electromagnético, pero falta consenso. Otra posibilidad es que el biocampo y el aura sean diferentes capas del cuerpo energético; incluso tal vez ocupando los mismos sitios, pero en frecuencias o dimensiones diferentes. 

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