Reflexión: Orgullosamente soy minoría.

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Muchas veces el término minoría o grupo minoritario ha sido utilizado como algo despectivo, o perjudicial, o que implica debilidad o estar expuesto a peligro, o tener endosado un factor de riesgo. Sin embargo yo pienso que eso va a depender de la perspectiva con que se vea, porque si vamos a lo etimológico viene del latín “minor” menor y del sufijo “ía” que en los sustantivos femeninos hereda del latín que indica cualidad o estado. Es decir que una persona que pertenece a una minoría, pertenece a una porción menor de la población, que no necesariamente implicaría algo negativo. Por ejemplo, las personas millonarias representan una minoría de la población.
Aclarado esto pienso que una misma persona puede pertenecer a varias minorías al mismo tiempo, por ejemplo ser pelirrojo, millonario y tener un coeficiente intelectual en nivel de genio. Otra persona puede ser albina, estar desnutrida y ser mujer en un país donde se violan los derechos humanos de las mujeres. Quizás estaríamos hablando de casos extremos. Pero la mayoría de la población probablemente pertenece a varias minorías al mismo tiempo menos extremas, los que piensan que el mundo se terminará en este siglo, o los tecnócratas que piensan que todo debe ser manejado por computadoras, o los que un viernes en la noche prefieren estar en casa viendo TV o explorando steemit, o los que deciden no tener hijos, y así sucesivamente. Como dice Ilan Chester en su canción “Eres una en un millón”.
Me pareció curioso cuando el boletín de Cervantes decidió tocar este tema, porque varias veces he comentado “Orgullosamente soy minoría”, por ejemplo cuando no estoy de acuerdo con lo que decide la mayoría en nuestras “democracias” latinoamericanas, cuando decidí hacer varios postgrados y estar estudiando hasta los 33 años, cuando decidí realizar acciones sociales, cuando doy clases gratis, cuando escogí trabajar en un sitio con menor remuneración económica solo porque podía realizar lo que disfruto y me gusta.
Además pienso que a través de nuestra vida podemos pertenecer y dejar de hacerlo a diferentes minorías.
Creo que algunas minorías son tesoros escondidos, y podemos descubrir particularidades en el ser humano que son realmente hermosas.
La foto fue tomada por mi esposo con mi cámara Sony de 10 megapixeles en mayo 2016 en Morikami Museum and Japanese Gardens un sitio único y maravilloso ubicado en Delray Beach Florida, donde decidimos celebrar su cumpleaños número 50. El tambíén es minoría y compartimos 25 años de feliz matrimonio.
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