Querido papá.

Te escribo estas notas para desearte lo mejor, espero estés bien allá; arriba con Dios. A pesar de no haber compartido más en vida contigo; por cosas del destino, me siento muy orgulloso de haber sido tu hijo.

En mis recuerdos aún conservo toda la música llanera que llegamos a interpretar: Tú en el arpa, Felipe en el cuatro y yo en las maracas o cantando. Éramos el conjunto criollo de la familia y son inolvidables tantos momentos musicales. Papá, aún recuerdo todos tus pasajes: Puerto Miranda, Egoísmo… y sobretodo los joropos con los cuales hicimos bailar a tantas personas.

Sé que no ejecutaba bien el instrumento como tú querías, podía tener mejor ritmo, por eso no me corregiste; porque sabías que iba a perfeccionar mi técnica más adelante. Viejo, hoy día no pude cumplirte con la música como querías, por esas sorpresas que depara el destino, sin embargo, en otras áreas como la literaria y la oratoria, no soy el mejor pero tengo la satisfacción de poder ayudar a muchas personas. Descubrí que podía escribir algo literario y con eso compenso, un poco del arte que quisiste ver en mí y no lograste ver.

Espero poder tocar de nuevo contigo en el cielo, algún día. Gracias por tanta música, te extraño, mi viejo.

Atentamente

Tu hijo.

Esta es una forma rudimentaria de hablar a través de la literatura que nos construye. La literatura es el arte de la palabra sea escrita o hablada que nos hace posible entender y expresar una lengua, en este caso el español.

Todo lo que leemos está relacionado con el hecho literario, no solo hablamos de cuentos, novelas y clásicos, hoy día a través de la tecnología, la literatura se ha transformado y ha mutado a las exigencias de las redes sociales. Se ha renovado como una nueva forma de literatura emergente, presente en los comics, las películas del séptimo arte y hasta en los memes.

Hace algún tiempo, vivíamos un mundo aparentemente normal; hasta que llegó la cuarentena. En nuestro país; al principio, lo tomamos como broma y muy a la ligera porque pensamos que sería algo pasajero, luego las cosas cambiaron mucho más cuando la misma se prolongó en el calendario. Basta recordar que la última cuarentena fue hace 100 años, con la gripe española; y el mundo de hoy, olvido este antecedente y no estuvo preparado para el presente.

Hoy día, ha pasado casi año y medio, y aunque no lo crean, estamos inmersos en una nueva normalidad; en donde buscamos sobrevivir. Hemos sido el blanco de muchos ataques a nuestro estado mental: El aislamiento ha provocado que nos sintamos solos, sintamos pánico, ansiedad, mal humor, angustia y mucho estrés; en su gran mayoría, por las medidas públicas Anticovid. Ha tocado salir a la calle en búsqueda de los alimentos que en casa hacen falta.

Esto ha hecho que estemos en una situación de vulnerabilidad mental y física en donde, quien no drene o libere esas cargas emotivas, corre riesgos que van hacia lo fatal.

Es ahí donde la literatura, puede blindarnos y desarrollar habilidades que pueden salvarnos la vida. Dicen que escribir es la proyección del alma y en realidad hemos pensado ¿Para qué escribimos? Es allí donde podemos plantear que podemos mejorar nuestra proyección humana; entendiendo la escritura personal como una terapia sanadora. No nos detengamos en las cuestiones ortográficas.

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Una de las técnicas más populares y efectiva de los especialistas, es la de redactar la carta a un familiar (ausente o no) puesto que podemos ordenar nuestras ideas, pensamos y vivimos en flashbacks y el escribir nos permite tener orden en nuestro ser y con ello, ordenamos también nuestras emociones.

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En lo personal, muchas veces me tocó escribir en tiempos de adolescencia, y esto era una especie de ataraxia o apartamiento emocional para no caer en los vicios que suponía vivir en una urbanización; donde apenas se salía al liceo y veías un charco de sangre, porque en la madrugada, habían tiroteado a un amigo de la infancia, o simplemente te enterabas que morían tus amigos de infancia por sobredosis y tenías que estar refugiado en casa antes de las 8 pm porque los delincuentes, vivían a dos casas antes que la tuya.

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Tocaba escribir al momento que uno pasaba, a los amores no correspondidos y al encierro (puesto que en esos tiempos no existía el internet y los modos de vida para un adolescente eran distintos)

Cada palabra que nosotros escribimos es una imagen que generamos en quien nos lee y un recuerdo que con el paso del tiempo nos deja viejas lecciones, además de dejar un testimonio histórico y personal, para nadie es un secreto el valor literario y trascendental que aportaron las cartas de las víctimas de la Segunda Guerra Mundial o las víctimas del Holocausto; cuya máxima de descripción fue muy difundida a través del Diario de Ana Frank entre tantas obras de ese estilo.

Puede que nos encontremos sorpresas: unas muy agradables, otras no tanto de lo que escribimos; pero al ir perfeccionando la técnica y ordenando nuestra vida, quizás evitamos muchas cosas raras que pasan por nuestra cabeza; porque drenamos nuestras angustias entre el lápiz, el papel y nuestras escrituras.

Me siento feliz haciendo lo que me gusta, además de mejorar como persona y ser aprendiz de artista, arreglando mis virtudes, mis defectos y lo más importante, creando una literatura que me ayuda a ser mejor conmigo mismo y que gracias también a la oratoria, hoy día deseo poder brindar como herramienta ideal para ayudar a muchas personas que como yo, alguna vez, nos hemos sentido emocionalmente devastados; pero con ganas de levantarnos y seguir.

Porque no hay mejor muerte que aquella que nos encuentra con ganas de seguir viviendo. El escribir es algo mágico, nos lleva a reconocer a Dios, al planeta, a las estrellas, a la naturaleza, incluso a nuestros demonios y refleja lo que abunda en nuestros corazones con la posibilidad de purificar nuestros imperfecciones; con eso podemos tener un mejor universo personal y social “escribiendo” como lo diría Julio Verne “porque el viaje más maravilloso no es al centro de la tierra o a los confines del universo sino al fondo de uno mismo” Hasta la próxima…

Dear Dad.

I am writing these notes to wish you the best, I hope you are well there; up with God. In spite of not having shared more in life with you; by things of destiny, I feel very proud to have been your son.

In my memories I still keep all the llanera music that we got to play: You on the harp, Felipe on the cuatro and me on the maracas or singing. We were the family's Creole ensemble and so many musical moments are unforgettable. Dad, I still remember all your passages: Puerto Miranda, Egoísmo... and above all the joropos with which we made so many people dance.

I know that I did not play the instrument well as you wanted, I could have a better rhythm, that is why you did not correct me; because you knew I was going to perfect my technique later on. Old man, today I could not fulfill you with music as you wanted, because of those surprises that fate has in store, however, in other areas such as literary and oratory, I am not the best but I have the satisfaction of being able to help many people. I discovered that I could write something literary and with that I compensate, a little of the art that you wanted to see in me and did not manage to see.

I hope to be able to play again with you in heaven, someday. Thank you for so much music, I miss you, my old man.


Sincerely

Your son

This is a rudimentary way of speaking through literature that builds us. Literature is the art of the written or spoken word that makes it possible for us to understand and express a language, in this case Spanish.

Everything we read is related to the literary fact, we are not only talking about stories, novels and classics, today through technology, literature has been transformed and has mutated to the demands of social networks. It has been renewed as a new form of emerging literature, present in comics, movies of the seventh art and even in memes.

Some time ago, we lived an apparently normal world; until the quarantine arrived. In our country; at first, we took it as a joke and very lightly because we thought it would be something temporary, then things changed much more when it was prolonged in the calendar. Just remember that the last quarantine was 100 years ago, with the Spanish flu; and the world today, forgot this antecedent and was not prepared for the present.

Today, almost a year and a half has passed, and believe it or not, we are immersed in a new normality; where we seek to survive. We have been the target of many attacks on our mental state: isolation has caused us to feel lonely, panic, anxiety, bad mood, anguish and a lot of stress; mostly due to public Anticovid measures. We have had to go out into the street in search of the food that we need at home.

This has caused us to be in a situation of mental and physical vulnerability where, whoever does not drain or release these emotional burdens, runs risks that lead to the fatal.

This is where literature can armor us and develop skills that can save our lives. They say that writing is the projection of the soul and in reality we have thought, why do we write? It is there where we can propose that we can improve our human projection; understanding personal writing as a healing therapy. Let's not stop at spelling issues.

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One of the most popular and effective techniques of specialists, is to write a letter to a relative (absent or not) since we can order our ideas, we think and live in flashbacks and writing allows us to have order in our being and with it, we also order our emotions.

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Personally, many times I had to write during my adolescence, and this was a kind of ataraxia or emotional detachment to avoid falling into the vices of living in an urbanization; where you barely went out to school and you saw a pool of blood, because in the early morning, a childhood friend had been shot, or you simply found out that your childhood friends died of overdose and you had to be home before 8 pm because the criminals lived two houses before yours.

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You had to write to the moment you were going through, to unrequited love and confinement (since in those times there was no internet and the way of life for a teenager was different).

I feel happy doing what I like, besides improving as a person and being an apprentice artist, fixing my virtues, my defects and most importantly, creating a literature that helps me to be better with myself and that thanks also to public speaking, today I want to provide as an ideal tool to help many people like me, sometime, we have felt emotionally devastated; but with the desire to get up and go on.

Because there is no better death than the one that finds us wanting to continue living. Writing is something magical, it leads us to recognize God, the planet, the stars, nature, even our demons and reflects what abounds in our hearts with the possibility of purifying our imperfections; with that we can have a better personal and social universe "writing" as Jules Verne would say "because the most wonderful journey is not to the center of the earth or to the ends of the universe but to the bottom of oneself" Until next time ....