Como todo lo que hay en el Peñón, el parque se ideó con la intención de que los infantes pudieran relajarse y disfrutar de su tiempo libre fuera de las murallas de la ciudad.
Ahora es uno de los jardines más importantes del Sur de la Península Ibérica con una importante colección de cactus, plantas crasas y flora de Australia.
Para mí lo mejor son los pequeños rincones construidos pensando en los detalles, y como no puede ser de otra manera con placas dedicadas a personas queridas.
Todo el parque está cubierto de roca caliza que adorna los muros, escaleras y bordillos puesta con muy buen gusto.
Por supuesto no puede faltar detalles militares como son las balas de cañón y artillería de otro tiempo.
Antes de que fuera parque, era un cementerio. Se han respetado las tumbas.
Por todo el parque corre el agua por arroyos.
Que terminan en preciosos estanques.
Algunos mensajes de amor están escritos en castellano.
Atractivos rincones aparecen a cada paso.
Parece un jardín de cuento.
Y todo cubierto de Primavera.
Y la fragancia envolviendo el parque.
El desnivel hace disfrutar de los bancos y a la vez, de la brisa y del canto de las aves.
Tiene un invernadero con plantas tropicales. No estaba abierto.
Espero os haya gustado las fotografías.
En este post no he puesto la zona baja del parque por haberlo hecho en este: