Hola de nuevo, hoy regreso para traerles la primera sesión de fotos de un desnudo que hice. Una experiencia muy distinta a las otras.
Mayormente para la fotografía de desnudos el cuerpo de la mujer es la musa de cualquier fotógrafo porque sin duda es precioso de fotografiar. Pero en mi primera oportunidad fue todo lo contrario, mi modelo un hombre de más de 40 años, quien nunca había tenido la oportunidad de tener una sesión fotográfica y orgulloso de su cuerpo a su edad decidió que la haría desnudo.
En ese momento tenia aun mi cámara semiprofesional la Fujifilm FinePix S8200 y junto a una lámpara de escritorio que el cliente disponía fueron mis instrumentos de trabajo. No está de más decir la importancia de entrar en confianza con el modelo, más aun si es hasta el momento un desconocido, por eso empezamos la sesión con algunas fotos vestido mientras conversábamos y le hacia cualquier tipo de preguntas para entrar en confianza.
La luz que entraba por una ventana fue un hermoso elemento que le dio fuerte contraste a la imagen logrando una iluminación coherente logrando así este efecto.
Luego de entrar en confianza suficiente, el modelo se quito sus últimas prendas y se podía notar que se encontraba relajado y tranquilo lo que ayudo mucho a transmitir esa energía de paz que requería la temática que escogí para la sesión.
Una bañera fue el último elemento de arte que use, capturando imágenes con arriesgados y difíciles encuadres en una manera de experimentar e intentar cosas que no había hecho y que sin duda terminaron valiendo la pena porque el resultado fue sumamente satisfactorio tanto para el cliente como para mí.