última navidad
El ruido se hacía sentir, el cielo poseía muchos colores, mientras las niñas jugaban sin cesar con unas barbies plásticas no muy deseadas; los días antes en navidad le habían pedido al niño Dios que les trajeran bicicletas, no se sabe con exactitud qué mal le fue al niño Dios que solo pudo traerles barbies con bicicletas. Juliana le deseó el mal de morir y juró no creer en él más, y su pequeña hermana seguía los deseos de su hermana mayor (como siempre). Esa navidad la pasaron molestas con el niño Dios, ya que ellas deseaban con todas sus fuerzas las bicis, y al ver que su papá no podía comprárselas, pusieron toda su confianza en el niño Dios, -aseguraban que él sí podría comprárselas-, esa noche su padre acompañó a sus hijas en la tristeza, pero siempre dándoles palabras de aliento, sin embargo, eso no sirvió de nada.
Fuente
Para la noche de fin de año, las niñas jugaban con sus barbies, pero siempre recordando la mala jugada del niño Jesús. La hora ya se acercaba, se contaban los últimos segundos del año que decía adiós, en ese momento su padre les prometió que la siguiente navidad el niño Jesús sí les traería las bicicletas, cosa por la cual la hermanita menor se emocionó, pero Juliana la pellizcó diciéndole que ya no creerían en las promesas del niño Dios por traidor y pichirre, su padre un poco cabizbajo excuso al niño Dios, diciendo que para esa navidad las bicis se habían acabado antes de los previsto, pero las hermanas aún seguían pensando lo peor de él.
Después de darse el abrazo de fin de año, venía la hora de las fotografías, las niñas ya cansadas pidieron no participar pero las obligaron.
Fotografía tomada por Jennifer Paredes con una cámara Kodak serie DC (1999)
La navidad del siguiente año el niño Dios les trajo las bicis añoradas, pero se le olvidó traer de nuevo a su papá, quien se había ido a ayudar al niño Dios con sus regalos y nunca más regresó…