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Cuando un embrión germina, las primeras estructuras que se forman son la gémula y la radícula, que estando en un incipiente desarrollo, se alimentan del endospermo, que contiene valiosas reservas alimenticias guardadas en la semilla.
La luz solar orienta la gémula, y el pequeño tallo inicia su crecimiento, con un marcado fototropismo positivo, haciendo lo mismo con la radícula, que se desarrolla hacia el centro de la tierra, guiada por su geotropismo positivo.
Ambas estructuras pueden crecer mientras tengan nutrientes en la semilla, pero pronto, van a necesitar que las primeras raíces que se forman, comiencen a absorver alimentosa partir del sustrato donde están creciendo, el cual debe contener los elementos básicos, como el nitrógeno, fósforo y potasio, además de agua, minerales, vitaminas y oligoelementos, necesarios para el metabolismo celular de la nueva planta.
El crecimiento de la planta depende de la formación de nuevas células, que se forman a partir de la división celular llamada mitosis, luego ocurre la diferenciación celular, la especialización de los tejidos, y así, el vegetal se enrumba hacia una vida plena.
Muchas veces, la formación de nuevas plantas no ocurre a partir de semillas, sino que ocurre de manera asexual, a través de estacas, esquejes, injertos o trasplante de hijos, y es en ese momento, cuando se requiere que la raíz realice bien su trabajo de absorver nutrientes, y estos se distribuyan por todo el cuerpo vegetal.
Los procesos de crecimiento celular son pausados por naturaleza, pero los seres humanos han aprendido a acelerarlos, y en el caso del crecimiento de las raíces, usan los denominados enraizantes, que pueden ser de origen químico o naturales.
¿Cuándo se recomienda el uso de un enraizante?
El uso de un enraizante es muy conveniente en las primeras fases del desarrollo de la planta, cuando se vayan a sembrar estacas, cuando se estén formando esquejes, durante el trasplante de injertos, o cuando un vegetal, sin importar el tamaño o tipo, presente debilitamiento de las raíces, que denoten perdida de follaje, marchitez, o tristeza.
Es importante destacar, que las estacas, esquejes y el trasplantado de injertos, generan heridas en los vegetales, que pueden ser corregidas con el uso de los enraizantes, ya que estos productos tienen un efecto bactericida, fungicida y cicatrizante.
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Uno de los enraizantes de naturaleza química más reconocidos es el Ácido Indolbutírico (ácido 1H-indol-3-butanoico), de fórmula molecular C₁₂H₁₃NO₂.
En condiciones de temperatura y presión ambiental, equivalentes a 25°celsius y una atmósfera, el ácido Indolbutírico (IBA), se presenta como un sólido, en forma de cristales, de color blanco o amarillento, que se comporta como una hormona vegetal, del grupo de las auxinas, que estimula la formación de múltiples raicillas secundarias, fundamentales para la correcta absorción de agua, NPK, sales minerales y oligoelementos, a partir del sustrato, donde crece la planta.
Este enraizante, conocido como IBA, no es soluble en agua, por lo que se recomienda como solvente, el alcohol de dos carbonos, llamado etanol, por lo menos al 70% (V/V).
Si se desea usar enraizantes naturales, preparados en casa, a partir de mezclas químicas, puede considerar las siguientes opciones:
La saliva humana:
Lave bien el material vegetal, luego lo impregna con suficiente saliva y deje secar a temperatura ambiente.
Coloque la estaca en el sustrato.
Vinagre de manzanas:
Se diluye una cucharadita del vinagre, en un litro de agua.
Sumerja el material vegetal por donde tiene el corte, durante media hora.
Canela en polvo.
Puede agregar este polvo en el corte del vegetal, junto con la saliva, deje secar y siembre en el sustrato.
Miel de abejas:
Hierba dos tazas de agua, disuelva una cucharada sopera de miel en el agua, deje enfriar, e introduzca el material vegetal por el lado del corte, durante una hora.
Aspirina.
Disuelva una aspirina de 50 mg, en 4 litros de agua, introduzca las estacas durante una hora, luego páselas al sustrato.
Puede regar la tierra con el excedente de agua, por una semana.
Infusión de brotes de leguminosas.
Ponga a germinar frijoles chinos, al brotar las raíces póngalos a hervir durante cinco minutos.
Deje enfriar, licúe todo el material, luego cuele y reserve el líquido, que puede guardar en la nevera, para usar en varias ocasiones.
Sumerja las estacas en el líquido, durante media hora.
El poder bactericida y fungicida de los enraizadores y su acción hormonal, que estimula la formación de raicillas, es una herramienta clave para asegurar el buen desarrollo de nuestras plantas ornamentales.
Ali Riera
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