Un saludo cordial a todos los miembros de la prestigiosa comunidad HIVE.
La necesidad de acceder a fuentes estables y confiables de proteínas, como nutriente fundamental para los seres humanos, ha sido una constante preocupación de los gobiernos del mundo.
Cuando se presentan casos de hiperinflación sostenida, como en Venezuela desde el año 2017, se deben tomar medidas prácticas, que le devuelvan a las personas la posibilidad incorporar los nutrientes básicos a su dieta, y la posibilidad de recibir atención sanitaria.
En el caso de los campesinos venezolanos, que siempre han tenido limitada su participación en el erario nacional, es necesario que se ideen estrategias que sean viables y les permitan cubrir las necesidades nutricionales, utilizando los recursos que les brindan la naturaleza y sus condiciones intrínsecas, a fin de proveer los alimentos proteicos que ellos y su familia requieren.
Una de esas opciones es la cría de aves de corral, en espacios de relativa libertad, a cielo abierto, usando la técnica de pastoreo, con grupos pequeños de aves, que pueden incluir las gallinas, (Genero Gallus), las palomas caseras (Columbidae) o los pavos de corral (Meleagris gallopavo).
Debo referirles mi experiencia personal, al tratar de criar un grupo de 20 pollos de engorde en el patio de nuestra casa en el caserío Palmira, Edo. Lara, y como todo resultó en fracaso, motivado a que nuestra estadía era solo de los fines de semana, lo que elevó los costos de manutención de estos animales, pero los campesinos, que tienen fijada su residencia en el campo, tienen muchas posibilidades de salir airosos con este tipo de cría de aves de corral, para sustento familiar.
Además, los campesinos pueden alimentar a sus aves de corral con productos del conuco familiar, desperdicios de la comida de cada día, o llevar las aves a pastoreo en sitios abiertos, cercanos a su casa, donde pueden comer lombrices, insectos y babosas, montes silvestres como el bleo, clavelito, verdolaga, restos de cosechas de maíz, leguminosas, y frutales, como cambur, mango, cítricos y muchos otros, que son de fácil acceso para ellos.
Es sorprendente, como las aves de cría, levantadas en espacios abiertos, usando el corral solamente para dormir o protegerse de la lluvia, adquieren una alta inmunidad contra infecciones como el moquillo, coccidiosis, gripe aviar, infestaciones de piojos, etc, que terminan dando una elevada tasa de polluelos que llegan a la adultez.
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Las aves de corral son fáciles de manejar, hasta por los niños, y los peligros que corren al estar en espacios abiertos se refieren a las culebras, alacranes, perros realengos, aves rapaces, y ladrones eventuales, que pudieran afectar un porcentaje importante si el campesino se descuida.
El capital a invertir en esta cría artesanal de aves de corral, no es muy elevado, y puede incluir el costo de dos docenas de pollos de engorde, de preferencia hembras, que al crecer aportan los huevos, nuevos polluelos y la carne.
En el caso de la cría de pavos, es más conveniente comprar huevos fértiles e incubarlos por intermedio de una gallina clueca.
Es común entre campesinos, regalarse un pollo o una polla, como señal de amistad y aprecio, lo que vendría a aumentar el número de aves del corral, que como pueden ver, es una actividad artesanal, a menor escala, y con fines de sustento familiar.
Asegurar el aporte nutricional para el campesino y su familia es un hecho importante, y la cría de aves de corral, en forma artesanal puede facilitar esa tarea, hecho que he comprobado visitando algunas casas, donde, por iniciativa propia, ya tienen sus corrales con gallinas, de diferentes variedades, acción que pudiera emular el gobierno, en cualquiera de sus instancias, a través de donaciones o créditos suaves a los campesinos.
El saber popular y la elevada inteligencia de nuestros campesinos es la mejor garantía de que la cría artesanal de aves de corral es, y continuará siendo todo un éxito, y alternativa válida para proveer proteínas a la dieta del campesino y su familia.
Ali Riera
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