Cuidado de los cóleos.

Un saludo cordial a todos los miembros de la prestigiosa comunidad HIVE.

Cuando se realizan inversiones importantes en plantas ornamentales es fundamental extremar los cuidados, a fin de que ese tiempo y dinero gastado, no se despilfarren por descuido de los jardineros, sean estos profesionales o simples aficionados a la jardinería.

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En el caso de las especies del Género Plectranthus, de la familia botánica Lamiaceae, conocidos como cóleos, que son plantas de zonas tropicales, se sabe que soportan temperaturas que van desde los 13°C hasta unos 32°C, con el agravante, de que el frío los deteriora rápidamente, a tal punto que pierden las hojas, las cuales se van marchitando hasta caer.

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En este caso, los riegos deben ser espaciados hasta por varios días, tomando como marcador para suministrar agua y algún abono líquido, la sequedad del sustrato.

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La mejor forma de aplicar el riego en plantas ubicadas en macetas, es introducir ésta, en un recipiente que contenga el líquido, por unos 5 minutos, luego se retira la planta y se deja escurrir el exceso de humedad en el sustrato.

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Para los cóleos plantados directamente en el suelo, la mejor forma de regarlos es usando asperjadoras manuales, dirigiendo el agua hacia las raíces, evitando esparcir sobre las hojas, que pueden desarrollar hongos.

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Si la temperatura baja de los 13°C, las macetas con los cóleos deben ser guardadas en el interior de la casa.

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Los cóleos, como plantas tropicales, soportan bien la insolación, pero lo ideal sería proveerles mucha luz, con una radiación solar indirecta, que no eleve la temperatura sobre la superficie del vegetal por encima de los 32°C.

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Al sobrepasar ese valor térmico, las hojas comienzan a deshidratarse, se arrugan, y pierden su hermosa coloración, restándole belleza a la planta, que terminan perdiendo las hojas, marchitándose y hasta muriendo.

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En condiciones de luz solar directa, el riego diario, debe dirigirse al punto del suelo donde emerge el tallo, lo que es fundamental para garantizar que la planta se hidrate bien a través de las raíces, evitando que las hojas se mojen durante ese proceso.

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En cuanto a la reproducción de los cóleos, esta puede hacerse a través de semillas o por esquejes, que es la forma más eficiente.

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Cuando la planta alcanza un tamaño que sobrepasa el medio metro, comienza a mostrar ramas que se doblan por su propio peso, las cuales se cortan y luego, se colocan en una bolsa, maceta, o el suelo, con un sustrato apropiado, suave, para que se desarrollen las raíces.

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Pueden aplicar un enraizante en este sustrato, o a la zona de la planta donde se realizó el corte.

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Para saber más, Dale click aquí.

Una actividad trivial, es retirar las hojas que se marchitan, para evitar que se pudran y puedan conferir hongos al resto de la planta, labor que también sirve para realzar la belleza de los cóleos.

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Los cóleos son atacados por insectos hemípteros, como la cochinilla, o la mosca blanca, que succionan la savia del vegetal.

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Esas plagas pueden ser controladas con agroquímicos, pero lo mejor es aplicar insecticidas naturales.
Esta fórmula puede ser útil:
Vinagre: 50 ml
jabón neutro: 25ml
agua: 1litro.
Se mezcla todo en un recipiente, y luego, se aplica sobre las zonas afectadas de la planta, usando un rociador.

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Se deja actuar por 15 minutos y después se enjuagan las zonas tratadas, usando agua limpia.
Se debe aplicar tres dosis, con intervalos de tres días.
Aplicar a primera hora de la mañana o al final de la tarde, para evitar que se quemen las hojas.

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A los cóleos también los atacan moluscos, gasterópodos, del orden Pulmonata, como la babosa, o los caracoles, que se especializan en comer las partes más tiernas de las plantas, deteriorando el cuerpo del vegetal.

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Estos animales se pueden recolectar en forma manual durante la noche, y luego se queman, o rocían con sal.
Los desperdicios se colocan con la basura, o en bolsas cerradas, que se entierran.

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Se pueden hacer trampas con frascos de refresco, o cualquier otro envase, , cortados por la mitad, que se entierran al ras del suelo, cerca de las plantas que visitan estos moluscos.
Se usa como señuelo, harina de maíz, o cerveza, que se echa al fondo del vaso.
Los animales entran al frasco plástico y luego, no pueden salir.

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Todo el cuidado y atención que podamos brindar a nuestras plantas ornamentales es garantía de un buen desarrollo y gran belleza, así que lo mejor, es dedicarles una parte de nuestro tiempo, que se convertirá en esparcimiento y paz espiritual.

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Ali Riera

Todas las imágenes, excepto la que indica la fuente, son propiedad del autor.

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