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La Botánica, como rama de la Biología que estudia todos los aspectos relacionados con las plantas, nos permite reconocer las diferentes especies vegetales existentes, destacando sus características anatómicas y morfológicas, para lograr la comprensión y apropiado cultivo de esos importantes seres vivos.

Tener certeza de la naturaleza de un especimen vegetal, nos permite darle el mejor trato, para un óptimo desarrollo, especialmente en el caso de las plantas ornamentales.

Nos debe quedar muy claro, que los vegetales verdes dependen de la luz solar, como fuente primaria de energía, pero no todas las especies de plantas toleran esa energía radiante con la misma intensidad.

Kalanchoe daigremontiana, cultivada a plena exposición solar.

Echeveria elegans, cultivada a la sombra.

A partir del conocimiento de la Biología de cada especie, podemos determinar si una planta ornamental es de sombra o interior, de sol o exterior, o si tolera, de manera moderada, ambas condiciones ambientales.

Un clavel, del género Dianthus, junto a varias plantas suculentas, cultivadas a la sombra.

Pita real (Aloe saponaria) cultivada a plena exposición solar.

Estos criterios acerca de las plantas ornamentales tienen un fundamento científico, con base en la taxonomía y la morfología de cada especie, pero si preguntan a sus jardineros, o dueños de viveros, les van a responder que, ellos se basan en la experiencia, y en el ensayo y error.

Imagen nocturna de un cafecito de jardín (Aglaonema commutatum), sembrada en un área soleada.

Cafecito de jardín, mostrando quemaduras en sus hojas, por efecto de la luz solar directa.

Los jardineros no van a realizar pruebas farmacológicas para establecer la toxicidad de ciertos grupos vegetales, como la familia Araceae, o de los riesgos por interactuar con Nerium oleander, pero, dado el peligro que estas plantas, y muchas otras, representan para nuestros hijos y mascotas, lo mejor es que investiguemos, hasta tener certeza de las características del especimen que estamos llevando a nuestros hogares, o al jardín.

Berbería (Nerium oleander), hasta el humo emanado de su leña es venenoso.

No es solo el peligro a perder la salud, lo que nos debe mover a investigar, también está el daño a nuestro patrimonio económico y el deterioro que va a sufrir la especie vegetal que hayamos sometido a condiciones ambientales adversas.

Es conveniente destacar, que, además de las plantas que viven en condiciones de sol, de sombra, o condiciones intermedias, existen especies vegetales que son de vida acuática, como la azucena de agua (Nymphaea alba), o el Jacinto de agua (Eichhornia crassipes).

Caño en la zona de Usera, Edo Lara, superpoblado por plantas acuáticas.

El girasol, que puede ser cultivado como planta de producción agroalimentaria, o como especie ornamental, con sus bellas cabezuelas, es un ejemplo típico de una vegetal que vive a plena exposición solar.

Plantas de girasol (Helianthus annuus).

Anturios, una ornamental de la familia Araceae, es uno de los casos más conocidos por su vulnerabilidad ante la exposición directa a la luz solar, por lo que es catalogada como planta de interior, o de sombra.

El árbol de jade, una Crassulaceae típica, reúne condiciones morfológicas para tolerar la libre exposición solar, así como un hábitat de condiciones extremas de calor y escasez de agua, pero también se desarrolla de manera excelente, en condiciones de climas moderados, espacios sombreados, y con suelos ricos en materia orgánica.

Árbol de Jade (Crassula ovata)

Esta característica de desarrollarse apropiadamente, tanto en espacios sombreados como soleados, es común a todas las plantas del grupo de las suculentas, con base en sus gruesas cutículas, tejidos de almacenamiento, y versatilidad genética, que les permite la mayor adaptabilidad.

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Conocer todas nuestras plantas ornamentales no es tarea fácil, pero es la forma más conveniente de proteger nuestro patrimonio botánico y económico.

Ali Riera

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