Mis reflexiones antes de dormir: La empatía a veces pesa


image.png

separador lila.png

La empatía es una gran ventaja cuando se trata de socializar, gracias a ella podemos entender mejor al otro y adaptarnos con menos resistencia a cualquier entorno. La empatía nos ayuda a posicionarnos con inteligencia de acuerdo a la situación, sin embargo, hay una delgada línea entre sentir las emociones del otro y anular las nuestras, por eso a veces puede ser una debilidad. Como frecuento decir: ningún extremo es bueno.

Suele relacionarse la empatía con el sentido de justicia, ya que en teoría, una persona con esa cualidad tiende a ser más justa, ya que entiende la posición los demás, pero no siempre sucede así, también pueden cometerse injusticias a pesar de ella, ya que al final, todo depende del criterio individual.



Les cuento que a veces la empatía es muy molesta, en mi caso me hace llorar en casi todas las películas, o cuando alguien me cuenta un problema, incluso con algunas canciones o lecturas que me transmiten dolor, o mucha emoción; trato de evitar ese tipo de contenidos porque en realidad es algo intenso para mí y de una charla que escuché una vez, aprendí que nuestro cerebro no sabe diferenciar si lo que ves o escuchas es falso o verdadero, si por ejemplo te asusta mucho viendo una película, tu cuerpo reacciona como si lo estuvieras viviendo en realidad, por lo que lo sometemos a mucho estrés y todos sabemos que no es algo saludable.



Cuando se siente mucha empatía a veces hay que pensar de forma egoísta, al centrarnos en nuestras necesidades, para no poner por encima las del otro siempre. Y aquí siempre me ayuda el mandamiento: “Amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a ti mismo”; tengo que amarme primero para poder amar a otro. Podemos ayudar a otros tanto como nos perjudique a nosotros. A veces nos desgastamos sin necesidad en cosas que no podemos resolver o que no nos conciernen. Apoyar no significa resolver los problemas lo de los demás, y menos de forma habitual, incluso muchas veces invalidamos a las personas tratando de hacer todo ellas, sobre todo sucede con nuestros seres queridos.



Objetivamente es fácil decir que no deberíamos tomarnos las cosas a pecho, sin embargo en la práctica no es tan fácil, porque es una emoción como el miedo, que sólo se activa cuando están dadas las condiciones, y que por más que lo intentes no lo puedes parar, sólo hay que aprender a vivir con ello. No es algo que se activa o desactiva a voluntad. La única manera que veo de controlar ese sentimiento es saliéndome de la situación, pensar en otra cosa, estando ausente. También llegué a leer alguna vez, que la soledad y el sosiego ayudan a recargar el desgaste de energía que consume la empatía y casualmente es algo que me encanta.

Entonces, la empatía puede ser una herramienta muy útil o desgastante de acuerdo al uso que le demos, por eso es una emoción que debe ser muy bien gestionada. Como en todo, el equilibrio es fundamental.



separador lila.png

Sueña todo lo que quieras, haz todo lo que te atrevas, llega tan lejos como puedas

separador lila.png
Me siento feliz y agradecida de tener este espacio en el que compartir Mis reflexiones antes de dormir.
Gracias a todos los que lo hacen posible y a ustedes que dedican tiempo a leerme.

separador lila.png


La fotografía mostrada es de mi propiedad y usé la aplicación PhotoCollage para decorarla.
Emojis hechos con Bitmoji.
El separador usado lo elaboré en PowerPoint.

H2
H3
H4
3 columns
2 columns
1 column
3 Comments
Ecency