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Las primeras anotaciones
Fecha: 29-01-2017
De la criatura que apareció en el bosque se desconoce más de lo que se sabe, y aunque hemos intentado encontrar las respuestas a las interrogantes esenciales, todo se ha basado en suposiciones, teorías inverificables y un poco de creatividad. Intentamos adivinar, pero, ¿acertamos alguna vez?
Hasta el momento no conocemos su sexo, de dónde proviene ni cuál es su función en la sociedad. No sabemos si habla o nos entiende, ni qué siente hacia nosotros, los humanos, los captores, o quizá sus salvadores. Es gracias a nuestros cuidados que ha podido recuperarse de sus heridas, heridas profundas que la hacían dejar una estela de sangre espesa a su paso y de la cual quedarán visibles cicatrices.
Su cuerpo está cubierto por una especie de coraza tornasolada, tiene orejas largas de lóbulos pequeños, labios que casi no se distinguen en el rostro y carece de cejas. Los cabellos están separados en secciones, y en lo más que se parece a un ser humano es en los ojos. La forma de los ojos, el color de los ojos, la mirada. Tiene una mirada particular, a pesar de que las cosas están en su contra, no es miedo lo que se encuentra en sus ojos. Es algún tipo de ferocidad primitiva, una mirada retadora, quizá, una mirada que está amenazando nuestra integridad.
Por lo tanto, podríamos decir que posee emociones, aunque hasta el momento se inclinan hacia la parte negativa. ¿Será capaz de sentir emociones buenas? Todavía está en duda, pero probablemente no.
¿Qué hacía en el bosque? ¿Por qué estaba herida? ¿Qué la hirió? ¿Podemos seguir conteniéndola después de recuperarse? ¿Se recuperará? ¿Qué es? ¿Hay más como Eso? ¿Vendrán hasta acá?
Demasiadas preguntas y pocas respuestas. Por el momento, esto es todo. Lo único que podemos hacer es intentar adivinar, esperar y mantenernos alertas.