11 días han transcurrido desde mi último post, aunque confieso que se siente como toda una vida. Aún me cuesta armar palabras, leer sin que se me crucen las letras y escribir más de una oración sin detenerme, todo como consecuencia de una enfermedad que me atacó durante todo este tiempo y de la que gracias a Dios me he estado recuperando positivamente con el apoyo de mis padres. Inicialmente se creyó que era covid lo cual ocasionó que ingiriera unos medicamentos que estaban contraindicados para el dengue, una enfermedad tropical que era la que realmente estaba atravesando sin saberlo, esto complicó bastante mi estado de salud e hizo que me costara más la recuperación, pero aquí estoy, escribiendo para ustedes nuevamente y tratando de retomar poco a poco mis actividades diarias sin salirme de mi reposo.
Estos 12 días se han sentido como toda una vida porque además de la enfermedad que he tenido que atravesar, me ha tocado lidiar con algo peor, los demonios del pasado que nos persiguen a todos los venezolanos. El mes que viene cumplo 30 años y nunca he tenido la suerte de vivir en un país normal, siempre he vivido en un estado de supervivencia, siempre alerta, siempre esperando lo peor, porque en Venezuela nunca se sabe, todos los días es algo nuevo, tantas cosas que ya forman parte de lo cotidiano, cosas que nos han forjado mentalmente y a la vez nos han quebrado una y otra vez. Los primeros años de mis 20s transcurrieron entre protestas, asesinatos, despedidas y lágrimas, por supuesto también cosas buenas, porque no todo en la vida es gris, pero siempre hemos sabido que estamos marcados de por vida, aunque no dejemos que esto nos defina e intentemos cambiar nuestra historia, vivir lo que hemos vivido es algo que nos acompañará por el resto de nuestros días, para bien y para mal.
Los venezolanos nos caracterizamos por tener una personalidad alegre, caribeña, pero en el fondo todos estamos rotos. Durante unos 6 años intentamos ignorar nuestra realidad, hacer un agujero en nuestra memoria y evitar pensar en todos los que dieron su vida en las últimas protestas, en todos los estudiantes que salieron a las calles a pelear por un mejor futuro y les terminaron arrebatando su futuro en el asfalto en medio de un charco de sangre, esas imagenes no se olvidan, ese sentimiento nunca muere al 100%, nos persigue una y otra vez y lo seguirá haciendo hasta que todas esas muertes hayan valido la pena. No me esperaba volver a vivir esto, quizás porque ese mismo sistema de autodefensa nos hace pensar que todo es diferente, pero NADA ha cambiado, nuestra paz era una burbuja y la han pinchado con un alfiler. Aquí estamos nuevamente, volviendo a llorar a nuestros hermanos que hace 6 años eran niños y hoy son jóvenes dejando la vida por su país, jóvenes sin armas siendo asesinados por un régimen maldito que solo sirve para destruir todo lo que toca, que nos ha arrebatado los sueños, que nos ha tratado de quebrar y que le ha lavado el cerebro a los más débiles. Aquí estamos, de nuevo esperando que empiece lo peor, pues sabemos que este es solo el inicio, ya lo hemos vivido una y otra vez y es algo de lo que no puedes huir porque aunque tomes tus maletas y te vayas al país más recóndito del mundo, tu alma siempre estará en Venezuela, es una maldición que te persigue y que se acabará el día en que logremos la libertad.
Desde las últimas protestas nadie es el mismo, los venezolanos nos encargamos de reconstruir nuestro país sin ayuda del régimen y a pesar de que nadie los quiere y de todo el daño que han hecho se siguen aferrando al poder, defendiendo sus intereses personales y todo lo que nos han robado, son ladrones, asesinos y narcotraficantes, todos lo sabemos y ya ni siquiera nos importan que se haga justicia, solo queremos vivir en paz y no tener que ver nuevamente sus asquerosos rostros. Los chavistas son personas enfermas y nunca, jamás van a tener el respeto de los venezolanos, tendrán que vivir con su conciencia, si es que la tienen y si hoy en día sigues apoyando este régimen eres un cómplice y estás manchado de sangre y esto último va para TODOS esos chavistas asquerosos que hacen vida en Hive y hacen uso de los fondos de toda la comunidad para hacer nexos con el régimen, espero que lo lean y al menos les pique la conciencia, si es que tienen. "La tecnología es apolítica", sigan repitiendo esa frase para justificarse, al menos así podrán dormir por las noches, ¿No?
Este solo ha sido un post para drenar, se supone que no puedo recibir emociones fuertes por mi estado de salud, pero la vida del venezolano en general es una emoción fuerte. Si me muero al menos dejaré constancia en blockchain de que nunca fui chavista.
ENGLISH
11 days have passed since my last post, although I confess that it feels like a lifetime. I still find it hard to put words together, read without getting my letters crossed and write more than one sentence without stopping, all as a consequence of an illness that attacked me during all this time and from which, thank God, I have been recovering positively with the support of my parents. Initially it was believed that it was covid which caused me to ingest some medications that were contraindicated for dengue, a tropical disease that I was really going through without knowing it, this complicated my state of health and made my recovery more difficult, but here I am, writing for you again and trying to resume my daily activities little by little without leaving my rest.
These 12 days have felt like a lifetime because in addition to the illness I have had to go through, I have had to deal with something worse, the demons of the past that haunt all Venezuelans. Next month I will be 30 years old and I have never been lucky enough to live in a normal country, I have always lived in a state of survival, always alert, always waiting for the worst, because in Venezuela you never know, every day is something new, so many things that are already part of everyday life, things that have forged us mentally and at the same time have broken us again and again. The first years of my 20s passed between protests, assassinations, farewells and tears, of course also good things, because not everything in life is gray, but we have always known that we are marked for life, even if we do not let this define us and try to change our history, living what we have lived is something that will accompany us for the rest of our days, for better and for worse.
We Venezuelans are known for having a cheerful, Caribbean personality, but deep down we are all broken. For about 6 years we tried to ignore our reality, to make a hole in our memory and avoid thinking about all those who gave their lives in the last protests, all the students who took to the streets to fight for a better future and ended up having their future snatched from them on the asphalt in the middle of a pool of blood, those images are not forgotten, that feeling never dies 100%, it haunts us again and again and will continue to do so until all those deaths have been worth it. I did not expect to live this again, maybe because that same self-defense system makes us think that everything is different, but NOTHING has changed, our peace was a bubble and they have pricked it with a pin. Here we are again, returning to mourn our brothers who 6 years ago were children and today are young people leaving their lives for their country, young people without weapons being killed by a cursed regime that only serves to destroy everything it touches, that has taken away our dreams, that has tried to break us and that has brainwashed the weakest. Here we are, again waiting for the worst to begin, because we know that this is just the beginning, we have already lived it over and over again and it is something you cannot run away from because even if you take your bags and go to the most remote country in the world, your soul will always be in Venezuela, it is a curse that haunts you and that will end the day we achieve freedom.
Since the last protests nobody is the same, we Venezuelans are in charge of rebuilding our country without help from the regime and despite the fact that nobody wants them and all the damage they have done they still cling to power, defending their personal interests and everything they have stolen from us, they are thieves, murderers and drug traffickers, we all know it and we do not even care about justice being done, we just want to live in peace and not have to see their disgusting faces again. Chavistas are sick people and they will never, ever have the respect of Venezuelans, they will have to live with their conscience, if they have one and if today you continue supporting this regime you are an accomplice and you are stained with blood and this last goes for ALL those disgusting chavistas that make life in Hive and make use of the funds of the whole community to make nexus with the regime, I hope they read it and at least their conscience itches, if they have one. “Technology is apolitical”, keep repeating that phrase to justify yourselves, at least that way you can sleep at night, right?
This has only been a post to drain, I am not supposed to receive strong emotions because of my health condition, but the Venezuelan's life in general is a strong emotion. If I die at least I will leave a record in blockchain that I was never a chavista.