Al estornudar nuestro cuerpo produce una fuerte inhalación de aire, la cual pasa a través de los pulmones, durante este proceso, los músculos abdominales hacen que el diafragma suba repentinamente, lo cual logra que la presión pulmonar no ascienda y la faringe se abra, provocando que el aire salga disparado con una velocidad máxima de 150Km/H. ¿Una locura no?, la velocidad de un estornudo puede variar, normalmente está entre los 60Km/H hasta los ya mencionados 150Km/H.
Todo este proceso aunque parece muy simple, involucra varios órganos de nuestro cuerpo, ¿pero... se paraliza el corazón en el proceso?, la respuesta es NO, el corazón no deja de latir durante un estornudo, lo que sucede es un pequeño cambio en el ritmo cardíaco, ya que debido a la rápida expulsión de aire, el ritmo del bombeo de sangre se ve afectado por unos segundos. Cuando se inhala antes del estornudo se incrementa la presión en el pecho, luego se exhala enérgicamente durante el estornudo, provocando que la presión disminuya.
Principalmente la de defender a nuestro organismo de factores externos que puedan ocasionarnos algún daño, en ocasiones pueden ser sustancias potencialmente tóxicas como: pelos, polvo, polen, humo, aire contaminado o algún otro elemento químico que exista en el ambiente. Todos estos se alojan los cilios de nuestra nariz provocando el estornudo.
Cuando tenemos gripe o algún resfriado, es muy común tener mucha alergia, ya que existen muchos microorganismos viviendo es nuestras fosas nasales, garganta y pulmones. Cuando esto sucede estaremos estornudando en cada momento, lo cual puede hacer que contagiemos a las personas de nuestro alrededor, esto sucede ya que al hacerlo esparcimos una gran capa gaseosa de microorgansmos en el aire, contagiando con mucha facilidad a las personas cercanas de enfermedades como: gripe, resfriado, tuberculosis pulmonar, la influenza, microsis pulmonar, bronquiolitis, hepatitis A, diarrea infecciosa, entre otros.
La mejor manera para evitar el contagio de alguna de estas enfermedades, es tapándonos la boca con nuestro brazo o algún paño al momento de estornudar, luego limpiarnos la nariz y lavarnos tanto las manos, como la parte de la ropa en la que estornudamos, para evitar al máximo el contagio.
La verdad es que esta es la peor decisión que podemos tomar, ya que al "estornudar hacia adentro", lo que logramos es hacer que los patógenos o sustancias irritantes, vayan hacia la zona interna de nuestra nariz, oído medio, senos para-nasales, entre otros. Ocasionando así que estos colonicen, aumentando su población y ocasionando más infección. Otro grave problema con esto, es que podemos ocasionar lesiones internas en las venas nasales, provocando roturas vasculares, sangrados nasales, hemorragias en los tímpanos o conjuntiva ocular, todo ello debido a la gran fuerza del aire que ejercemos al estornudar.
Normalmente hacer esto ocasiona dolores de cabeza y de oído, problema de audición, mareos, inflamación de las fosas nasales y tímpanos.
Estornudar puede ocurrir por distintos motivos, en ocasiones no solo se trata de microorganismos o alguna enfermedad, ya que en algunas personas puede ocurrir por alergía a medicamentos, alimentos condimentados, talco, sprays, emociones fuertes, tener el estómago muy lleno e incluso abstinencia a las drogas. Aunque de todos los casos el más curioso es, el de estornudar al tener contacto con alguna luz brillante, como por ejemplo el sol.
Muchas personas padecen del llamado "estornudo fótico", el cual provoca que las personas estornuden al ver una luz muy brillante, este no suele ser consistente, es decir, no pasa cada vez, pero si suele pasar bastante seguido. Algunos investigadores especulan que esto se debe a que la luz, desencadena los nervios involucrados en el proceso del estornudo, al estimular la pupila o retina.
Estos casi nunca llegan solos, normalmente estornudamos más de una vez seguida. Esto sucede porque al primer estornudo no logramos sacar todo el aire contaminado del nuestro organismo.
Se comenzó a decir "salud" al estornudar, a partir del siglo VI, esto debido a que en aquel entonces la plaga negra mató a la mitad de Europa, por lo cual estornudar era señal de muerte, por eso la gente decía esa palabra para tener la esperanza que esa persona no muriera de la infección.
Es casi imposible estornudar sin mover la cabeza.
Cuando estornudamos cerramos los ojos debido a un acto reflejo de nuestros párpados, para evitar que nuestros globos oculares se dañen con los gérmenes de la saliva. A pesar de ello muchas personas en el mundo logran mantener los ojos abiertos mientras estornudan.
Eso es totalmente falso, ya que no existe un mecanismo físico involucrado en un estornudo que pueda hacer que los ojos se salgan, lo que si aumenta ligeramente es la presión sanguínea detrás de los ojos durante el estornudo, pero esta leve presión no es suficiente para sacarlos de sus cavidades. Si los ojos en realidad pudieran salirse al estornudar, los párpados nos sería capaces de retenerlos dentro, por lo cual de igual manera se saldrían aún cerrando los ojos.
Las personas que logran estornudar con los ojos abiertos en el mundo, no han presentado ningún inconveniente con su salud, ya que en ocasiones se dice, que esto puede ocasionar desgarre de los vasos sanguíneos del cuello y cabeza, o algún daño cerebral.
