Steemers del mundo y de sus casas
Es grato escribir nuevamente para ustedes. Esta es la segunda parte de mi publicación Reflexiones sobre la democracia. Anteriormente habíamos hablado de ciertos aspectos básicos de la democracia para poder entender mejor como funciona, también sobre su distinción de La República y la fallas en su implementación.
En esta publicación cubriré el “porque” estos sistemas parecen haber fallado o parecieran no ser los más favorable a la sociedad.
Teniendo en cuenta la definición acuñada por Aristóteles en la cual se refiere al Ser Humano como Zoon Politikón que significa “Animal Político” es posible pensar en que tan vieja es la política como la humanidad misma y durante su evolución en tiempos modernos ha creado concepciones derivadas de la visión limitada de los ciudadanos de a pie sobre sus regentes o gobernantes como es la de “Fulanito hace/hizo esto o aquello” que se traduce en lo que se puede llamar como “Ilusión del Líder Monolítico”. Nunca, jamás en toda la historia de la humanidad ha existido tal cosa como un ser que gobierne a otros por su propia mano y voluntad, sin importar su habilidad, pericia o astucia ningún líder puede asfaltar las carreteras solo, no puede recolectar los impuestos solo, hacer cumplir la ley solo y mucho menos defender al país o siquiera a si mismo solo. El gobernante requiere de un equipo que lo asista en todas estas tareas.
El poder ejecutivo parece omnipotente desde lejos, pero en realidad es más inestable y frágil de lo que parece. Contraria a la opinión popularmente extendida la democracia es más que una facultad de elegir quien nos representa, la democracia se asemeja más a una carrera armamentista. ¡Sí! Una carrera armamentista… De ideas, en la cual el prospecto con mejor atractivo en sus planes saldrá victorioso por encima de sus contrincantes.
Uno de los problemas de algunos sistemas democráticos es que muchas veces buenas políticas públicas no son necesarias para obtener la lealtad necesaria que garantice el poder, lo mismo pasa con las viejas victorias o antiguos éxitos. Ejemplo perfecto de esto es el caso de Winston Churchill.
Winston Churchill es, por mucho uno de los estadistas más grandes de Gran Bretaña y Occidente en general porque, más allá de una oratoria prodigiosa el famoso primer ministro logro resultados visibles y palpables: Fueron por sus buenos oficios que Franklin Roosevelt, presidente de Estados Unidos por aquel entonces firmase un “Lend-Lease Program” (Programa de Préstamo-Arriendo) con el propósito de producir armas, vehículos y suministros para una Gran Bretaña que se encontraba en un serio apuro financiero y al borde de la quiebra. Churchill con planes de austeridad adaptó la economía para los tiempos bélicos que corrían y encontró diversas formas para mantener la presión sobre las Potencias del Eje.
Los británicos veneraban (y siguen venerando) a Churchill. Pero toda la admiración y el trabajo duro de Churchill no fueron suficientes para vencer al líder del Partido Laborista Clement Atlee en las elecciones de julio de 1945. ¡Faltaban dos meses para del final definitivo de la guerra y ya los británicos estaban botando a Churchill del número 10 de Downing Street!
Durante su administración Churchill condujo las medidas de austeridad a fin de traer de vuelta las viejas glorias del Imperio Británico, pero después de seis años de sufrimiento y sacrificio constante a los votantes no les parecía llamativo. En contraposición, Atlee apostaba por la creación de un “Estado de Bienestar” con el Servicio Nacional de Salud al frente de sus propuestas, fue esto lo que le hizo ganar la carrera por las buenas ideas. En lo personal considero que Churchill hizo un trabajo magnifico y que todo el cariño, respeto y admiración que sienten los ingleses por él está más que bien justificado… Pero no gano las elecciones, Atlee sí.
Dicho sencillamente muchos de los fallos en la implementación del sistema democrático se dan porque los mismos votantes no tienen claro lo que de verdad significa y representa tener democracia. Para muchas personas la democracia se limita a las elecciones y a las deliberaciones en las asambleas o parlamentos sin tener en cuenta que, al ser un sistema concebido para que el pueblo pudiera autodeterminarse, es el pueblo el que consiente de sus virtudes y defectos debe responsablemente velar por el debido funcionamiento de su sistema democrático.
Con los años, han nacido muchas ideas o concepciones del sistema democrático a raíz del entender superficial de los votantes como bien se dijo más arriba; esto suele ser mucho más manifiesto en países cuyas democracias suelen carecer de raíces solidas o no evoluciona mediante una mayor difusión y culturización, llevándonos a los siguientes pensamientos:
Para que exista democracia es necesario tener muchos partidos
Completamente falso. La democracia poco o nada tiene que ver con la cuantía de las organizaciones o movimientos donde los votantes militen, esto se asocia más con una de las degeneraciones de la democracia llamada Partidocracia. Para que exista democracia se debe garantizar la participación del ciudadano en la vida política de manera libre y universal. Se trata de calidad y no de cantidad.
Para tener democracia hay que ser elegido por la mayoría de la gente
Falso. Y en todo caso, hay que ser elegido por la mayoría de los votantes puesto que no todas las personas están inscritas debidamente en el sistema electoral. Otra vez, nada tiene que ver.
Una democracia verdadera necesita un sistema electoral transparente e imparcial
Al día de hoy no existe una democracia verdadera, la más pura pudiera ser la democracia helvética (Suiza) pero hasta ellos tienen fallas. Lo que si existen son democracias funcionales en las cuales los Poderes del Estado están descentralizados y gozan de autonomía, sobre todo el Legislativo y el Judicial, encargados de la creación de leyes y su cumplimiento respectivamente.
La democracia no es responsabilidad de los civiles.
¡¿NO?! ¡¿Y de quien más va ser?! ¿Quién sino el civil es responsable de la construcción del sistema democrático? En cualquier tipo de democracia los ciudadanos son responsables de su mantenimiento, desarrollo y enriquecimiento, de lo contrario solo serán responsables de su corrupción, estancamiento y posterior fracaso. Mucho cuidado con esto amigos.
En la democracia, la opinión de todos cuenta.
En las democracias participativas se debe garantizar que las críticas y pensamientos sean libremente manifestadas siempre y cuando estas se hagan en el marco de la legalidad y el respeto, con orden y objetivamente para la preservación de las libertades y los deberes cívicos. No es que la opinión de todos cuenta, cuentan aquellas que puedan aportar al desarrollo de la nación y la ciudadanía en general.
Para que nuestras sociedades puedan prosperar y desarrollarse en pro de nosotros debemos entender que la democracia va más allá de papeletas, partidos y encuestas favorecidas por a quien que pague más. La democracia se cultiva, se alimenta, se difunde y protege como derecho a nuestro libre albedrio, nuestra capacidad de elegir entre lo bueno y lo malo. Pero para que pueda funcionar efectivamente tal suma de derechos hay que pagar una importante cuota en deberes: Participando activamente en el desenvolvimiento de la política nacional, criticando las medidas de nuestros gobiernos regionales y centrales, cuestionando las propuestas de quienes se postulan para los cargos, exigiendo resultados, velando y observando por el cumplimento de las leyes.
Entendamos pues que la democracia es el medio y no el fin para un mejor país, mejores ciudadanos, mejor futuro.
#ApoyoLatinoQuerido minnow si buscas apoyo esta es tu oportunidad. #ApoyoLatino te garantiza votos, ayuda, te alienta mientras te guía, te aconseja, te abre puertas y te da a conocer cosas que quizás no sabías, para que no te rindas en esta plataforma, o mejor aun, es un lugar para mostrar tus talentos y así aprender de ti y nutrirnos en conjunto. Animo, #ApoyoLatino te espera en discord https://discord.gg/8M9h8R8
