Una madre es un tesoro, un regalo de verdad, a quien se debería otorgar un premio Nobel semanal.
Día y noche se desviven, nos ayudan, nos complacen, nos quieren y hasta el chocolate hacen que sepa honorable. Yo a la mía la bendigo por ser tan buena conmigo.
Ojalá el día que sea madre sea el doble de mejor de lo que ha sido la mía. Formándome desde niña como una aspirante a más allá de una liga, obligándome a ser mejor, para hacerme ser exigente conmigo misma, beneficiándome siempre. Cubriéndome ante la maldad, lo feo y la inseguridad, esa es mi mamá.
Valiente, amorosa, una mujer de verdad, pocas las he encontrado así. ¿Y cómo podría hablar del amor tan filial? Creo que he dicho de más cuando de hablar con ella se trata, solo sé que en su palma conoce todas mis ansias, mis desgracias y mis esperanzas.
●Ama a tu madre. Nueve meses te esperó, pensando: ¿Cómo serías?, tras eso te anhelaría y al verte pensaría: ¿Qué hice yo para merecer que fueses mi hija?, la harás sentir la mujer más afortunada cuando te vea en una cita a ciegas el primer día de tu vida. Incondicionalmente te consentirá, te amará y protegerá. Más allá de un lazo, ella estará en todos tus fracasos, aunque tú cometas mil errores, ella estará para arrullarte entre sus brazos. Con el tiempo entenderás que un amor así de especial solo lo sentía ella por ti.
●Cuídala. Así como te brindó atención desde el primer momento, ella lo necesitará.
●Respeta. El respeto en toda relación es el principio de la armonía.
●Entiéndela. Las palabras tienen acción directo en tu corazón. Aunque a veces creas que no tiene razón, ella dice las cosas por algo, parecerá extraño o completamente raro, pero sabe muy bien por sus fracasos, momentos de altibajos.
●Algún día serás madre y entenderás ese amor tan especial. Sin más… ¡Feliz día a la mejor mamá! ¡Feliz día a todas las madres desde este día a ese domingo especial!
¿Tú, celebras a mamá? ¿La honras todos los días o solo ese día especial?
