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one day I was observing life on the metro, the comings and goings of so many people, each one with their own story. One man stood out who was complaining all the way. And there was a phrase that he repeated insistently "values have been lost" accompanied by "today's young people have no values and are...".
You can imagine the number of words that followed in the sentence. But what was it that made the man so upset?
Let's start by examining what he saw.
At first some teenagers got on the metro, shouting and pushing each other, which in turn caused them to push other people. One lady got upset and complained to them, but it didn't stop there. One of the boys replied to the lady in a very rude way, which generated a lot of uneasiness and discomfort in the carriage, and that's when the phrases I mentioned at the beginning of the article started. Other people supported the man's comment. But at the same time the comment "not everyone is like that" was made. This also caused a lot of disagreement. A large number of passengers said that all teenagers are like that, that the world is lost, that there are no values anymore and ..... What a lot of negative phrases towards young people and humanity.
Which group do you belong to?
But that's not the end of the story. The teenagers got off and the events continued in the same tone.
A pregnant woman got on and for a few moments nobody gave her a seat. We might think, for example, that they hadn't noticed. But as the mood had been disturbed, a woman began to shout: "There are no gentlemen here! Do you realise what humanity is like? There are no more values, education has been lost. ....". And so she went on, which got support from some people and, of course, someone very saddened, who perhaps had not seen her, gave her the post.
Anyway, stories like this happened again and again. Comments, criticisms, arguments and discussions came and went.
What I have just narrated must be very commonplace for everyone, but the point is what we can take from this situation to raise our level of consciousness.
Let's review all the affirmations we hear and say about what is going on around us. Now let's review how that translates into family and personal life. To realise how the values are there and how we express them through the behaviours we manifest.
Let's remember that we are all part of society. If I say "values have been lost", I am involving my family and therefore it is also my responsibility. We tend to generalise and think that everyone is doing it wrong.
What if we experiment with going out in the street and discovering the good deeds, the right behaviours? What if we congratulate the gentleman or lady who stops and gives the stall to someone in need? What if we congratulate the child who picks up litter and puts it in his or her backpack until he or she gets a bin? We are sure to be surprised at how many people are acting for the common good, but usually the negative behaviours make the most noise, so they get noticed and we may think they are in the majority.
Let's focus our attention on every positive action.
Better yet, what positive actions are we going to take towards other people today?
Tonight before we go to bed, let's plan positive actions that we will implement tomorrow. Let's imagine a world where every person does the same task. Would you like it? Do you think it would bring down the underground scene? Do you think it is possible?
If we can do it, then it is possible, because if I can do it, you can do it. But, let's not stop because the neighbour doesn't do it. Positive actions are our responsibility and let's think that we can spread it to others.
At this moment my positive action was to write this article, when I get up from my chair I will continue to be attentive to my positive actions and to reinforce the positive behaviours of others.
Making a better world together is a possible dream, let's act to achieve it.
By: Dalia Borges @daliacoach
Thanks to all who support me in my articles.
Special thanks for commenting to:
this motivates me to continue sharing with everyone.
ESP
Un día observando detenidamente la vida en el metro, ese ir y venir de tantas personas, cada quien con su historia. Resaltaba un señor que iba quejándose todo el trayecto. Y había una frase que repetía con insistencia “se han perdido los valores” a esta la acompañaba “los jóvenes de hoy no tienen valores y son…”.
Se pueden imaginar la cantidad de palabras que siguieron en la frase. Pero, ¿Qué originó la molestia en el señor?
Empecemos por examinar un poco lo que vio.
Al principio se subieron al metro unos adolescentes, gritando y empujándose, lo que a su vez causó que empujaran a otras personas. Una señora se molestó y les reclamó, pero no quedó allí. Uno de los muchachos le contestó a la señora de manera muy grosera, lo que generó en el vagón mucha intranquilidad, malestar y allí se iniciaron las frases que les mencioné al principio del artículo. Otras personas apoyaron el comentario del señor. Pero al mismo tiempo surgió el comentario “no todos son así”. Lo que también causó gran desacuerdo. Ya que un gran número de pasajeros decían que todos los adolescentes están así, que el mundo está perdido, que ya no hay valores y.... Qué cantidad de frases negativas hacia los jóvenes y la humanidad.
¿En qué grupo se ubican ustedes?
Pero así no termina la historia. Se bajaron los adolescentes y los hechos continuaron dándose en el mismo tono.
Se subió una señora embarazada y por unos instantes nadie le dio el puesto. Podemos pensar por ejemplo, que no se habían dado cuenta. Pero como los ánimos habían quedado alterados, una señora comenzó a gritar: “¡Es que aquí no hay caballeros! ¿Se dan cuenta cómo está la humanidad? Ya no hay valores, la educación se perdió….” Y así continuó, lo que originó apoyo de algunas personas y por supuesto alguien muy apenado que tal vez no la había visto, le dio el puesto.
En fin, historias como éstas se dieron una y otra vez. Los comentarios, las críticas, los argumentos y las discusiones iban y venían.
Para todos debe ser muy cotidiano lo que acabo de narrar, pero la cuestión es todo lo que podemos extraer de esta situación para elevar nuestro nivel de consciencia.
Vamos a revisar todas las afirmaciones que escuchamos y decimos de lo que sucede a nuestro alrededor. Ahora revisemos cómo se traslada eso a la vida familiar y personal. Para darnos cuenta cómo están los valores y cómo los expresamos a través de las conductas que manifestamos.
Recordemos que todos formamos parte de la sociedad. Si digo “se perdieron los valores”, estoy involucrando a mi familia y por lo tanto también es mi responsabilidad. Tendemos a generalizar y pensar que todos lo están haciendo mal.
¿Qué pasaría si experimentamos salir a la calle a descubrir las buenas acciones, las conductas adecuadas? ¿Qué tal si felicitamos al caballero o la dama que se para y da el puesto a alguien que lo necesita? ¿Si felicitamos al niño que recoge el desperdicio y lo coloca en su morral hasta conseguir una papelera? Seguro nos llevaremos una sorpresa con la cantidad de personas que están actuando por el bien común, pero por lo general las conductas negativas hacen más ruido, por lo tanto se hacen notar y podemos pensar que son mayoría.
Vamos a enfocar nuestra atención en cada acción positiva.
¡Mejor aún! ¿Qué acciones positivas vamos a tener hoy hacia otras personas?
Esta noche antes de acostarnos, planifiquemos acciones positivas que pondremos en marcha mañana. Imaginemos un mundo donde cada persona hace la misma tarea. ¿Les gustaría? ¿Creen que bajaría la escena del metro? ¿Lo creen posible?
Si nosotros podemos hacerlo, entonces es posible, porque si yo puedo tú puedes. Pero, no nos detengamos porque el vecino no lo hace. Las acciones positivas son nuestra responsabilidad y pensemos que podemos contagiar a otros.
En este momento mi acción positiva fue escribir este artículo, al levantarme de la silla voy a seguir atenta a mis acciones positivas y a reforzar las conductas positivas de otras personas.
Hacer un mundo mejor entre todos es un sueño posible, actuemos para lograrlo.
Por: Dalia Borges @daliacoach
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esto me motiva a seguir compartiendo con todos