INTROITO
Ad te levávi ánimam meam
Domingo 1 de Adviento
Ps 24:1-3 Ad te levávi ánimam meam: Deus meus in te confido, nôn erubéscam: neque irrídeant me inimíci mei: étenim univérsi, qui te expéctant, nôn confundéntur. | A ti levanté mi alma¹: Dios mío, en ti confío, no sea yo avergonzado: ni se burlen mis enemigos²: porque todos los que te esperan, no quedarán confusos. |
Ps 24:4 Vias tuas Dómine demonstra mihi:* et sémitas tuas édoce me. | Muéstrame, Señor, tus caminos, y enséñame tus sendas. |
Glória Patrī, et Fílio, et Spíritui sáncto. Sîcut erat in princípio, et nunc, et semper: et in sæcula sæculôrum. Ámen. | Gloria (se dé) al Padre y al Hijo y al Espíritu santo. Como era en el principio, así ahora, así siempre: así también por los siglos de los siglos. Amén. |
Ps 24:1-3 - Ad te levávi ánimam meam: Deus meus in te confido, nôn erubéscam: neque irrídeant me inimíci mei: étenim univérsi, qui te expéctant, nôn confundéntur. | A ti levanté mi alma¹: Dios mío, en ti confío, no sea yo avergonzado: ni se burlen mis enemigos²: porque todos los que te esperan, no quedarán confusos. |
¹ Para orar; porque la oración es una elevación del alma a Dios.
² No me insulten mis enemigos, viéndome frustrado de mi esperanza.
Fuente imagen: http://www.e-codices.unifr.ch/fr/csg/0339/33