El tema de Bielorrusia está acaparando los principales titulares del mundo, Lukashenko ahora es conocido como el último dictador de Europa, esto se debe a que gobierna el país con mano dura desde 1995 y las elecciones por las que ha pasado para convertirse en presidente generalmente han sido consideradas irregulares, un dato interesante es que nunca ha tenido un resultado inferior al 77% lo que da a suponer que la gran cantidad de bielorrusos apoyan su gestión. Sin embargo la última elección ha sido la más disputada de todas, los resultados fueron abrumador, dándole la “reelección” a Lukashenko con el 80% de votos en unos comicios empañados de irregularidades y otorgándole solo el 10% a la opositora Svetlana Tikhanóvskaya, en un mitin Aleksandr dio su postura sobre una candidata a la presidencia del país, esté dijo que una mujer no estaba preparada para tomar las rienda de la nación, si eso no es misógino y machista, no sé qué más pueda ser. Ante la sospecha de fraude electoral, esto derivo en protesta ciudadanas, como era de esperar la respuesta del dictador fue represión y una centena de encarcelamiento.
Todos los régimen optan por la persecución, y Lukaschenko no iba a ser un caso distinto, Tikhanóvskaya la principal opositora del país luego de denunciar el fraude se vio en la obligación de exiliarse en Lituania por miedo a ser detenida. Es impensable que en pleno desarrollo del siglo XXI aun algunas naciones de la humanidad sigan viviendo bajo el dominio de una minoría, pero es más increíble ver que el lugar de los hechos sea Europa considerado el primer mundo, el viejo continente ha sido ejemplo fiel de la democracia y libertades, no de regímenes dictatoriales en este siglo.
En este momento no podemos caer en la misma diatriba, que el culpable es el capitalismo y sus artimañas, es importante destacar que países que se piensan son comunista no lo son, un ejemplo es la misma Bielorrusia y su vecina Rusia, estas dos naciones son economías de libre mercado, solo que viven una más que la otra bajo un régimen.
Podemos tener una opinión objetiva o quizás subjetiva sobre los hechos en Bielorrusia, pero lo que no se puede dejar pasar son las atrocidades cometidas por el régimen durante años a quien se imponga en su camino, cuando su destino pende de hilos, parece que Putin pueda ser su única salvación para seguir postrado en el poder, una ayuda que le puede salir igual de cara al Kremlin como la pasada con Ucrania y la anexión de Crimea a la federación rusa, sin embargo Putin le respondió a su vecino diciendo que Rusia movilizará agentes de seguridad para ayudar a Bielorrusia en caso de ser necesario, la economía rusa debe analizar con más detalles esta postura.
No hay apoyo que valga cuando una sociedad está decidida a romper las cadenas de la opresión, si el fin de Lukashenko es ahora, nadie lo detendrá las ganas de libertad de un pueblo oprimido se siente en cada rostro, en cada consigna y en cada ciudadano que sale a las calles en defensa de sus libertades.
Aleksandr Lukashenko es momento de dar un paso al costado, tu era ya es parte de un pasado engorroso._
