UNA DE TANTA NOCHES
Él, en una de tantas noches, me besó como nunca nadie me había besado, me miraba tan fijamente a los ojos, que mi corazón palpitaba a 1000 por hora, no era amor, era una pasión descontrolada, percibía sus nervios, estaba ansioso de tenerme, y yo, yo deseaba cada parte de su cuerpo. En cada beso, cada caricia, nuestra respiración se volvió una, pero repito, no era amor, él era sensación a libertad.
VP