Sólo espero (Poema original): confesión a una mujer dormida

"...yo guardaré tus sueños"

Cuando dormimos, estamos indefensos. Cualquier peligro que nos rodee, puede aproximarse sin ser advertido hasta que sea demasiado tarde. Por eso, quedarse dormido junto a alguien, o pedirle a una persona que nos cuide mientras dormimos es la demostración de una gran confianza. Imaginemos a una muchacha pidiéndole a su amigo que la cuide mientras echa un sueñecito en el bus camino a alguna parte. Ella cierra los ojos y se recuesta en su asiento. A los pocos segundos, su respiración ya es pausada y profunda. Su compañero, secretamente enamorado de ella, agradece la confianza, pero se encuentra en una tierra extraña: tiene en sus brazos el anhelado paraíso, pero es ajeno, pues ella ama a otro. Duele entonces la confianza y viendo sus párpados cerrados, piensa en dejar salir las palabras que ella nunca ha escuchado y que él no se ha atrevido a pronunciar para no alejarla. Rebusca dentro de sí algo de valentía y le confiesa en voz baja lo que siente por ella, sabiendo que no lo escuchará, deseando que esas frases se cuelen en su sueño y lleguen a su corazón. Dentro del bus, con la chica dormida, recostada sobre su hombro, el enamorado diría algo como esto:


“Sólo espero”

Duerme tranquila vida mía
yo guardaré tus sueños
esa callada fantasía
de la que quiero ser el dueño.

Muero, muero por saberlo
¿qué hay tras tus ojos cerrados?
aunque me acerque, no puedo verlo
no me queda más que especularlo.

Tu sueño, que usa mi hombro como almohada
es lo que me ha mantenido despierto
y también el deseo, mujer amada
de besar tus labios entreabiertos.

Desearía quedarme atrapado en el tiempo
y eternamente vivir así
sintiendo el calor de tu cuerpo
viendo lo bella que te ves al dormir.

Y lo mejor de tenerte dormida
es que puedo decirte lo que quiera
decirte mujer que eres tú mi vida
que sería feliz si tenerte pudiera.

Duerme un poco más querida mía
que quiero seguir escribiendo
y se hace realidad mi fantasía
cuando estás a mi lado durmiendo.

Puedo decirte “tranquila amor mío”
e imaginar que algo bello respondes
y bajo el cielo y el nublado frío
gritar todo lo que mi alma te esconde.

Lo siento, ya no puedo escribir más
mi amada se ha despertado
sólo espero que no lea esto jamás
sólo espero que no me haya escuchado.

Escrito por @cristiancaicedo en 2005


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