Si hay algo difícil para mí es esto de describirme o mejor dicho de hablar de mi, pero tomando en cuenta lo importante que es la confianza y la transparencia para esta o cualquier otra comunidad, lo voy a intentar hacer lo mejor que pueda.
La #identidad de una persona en este mundo comienza por el nombre, cierto?
Bueno ahí voy:
Mi nombre es Anebert.
Pero no siempre fue así.
El día que nací todavía no existía la tecnología para saber el sexo de un nonato.
Me agarró entonces ese día 07, del mes 07, a las 07pm, del año 73, sin un nombre.
Pero como a nadie le falta Dios, estaban por ahí unas tías en los pasillos esperando (aburridas sin un smartphone para chatear jeje) aquel acontecimiento. Al conocer el sexo de este neonato se pusieron creativas y se les ocurrió la original idea de combinar los nombres de mis abuelos, Ana y Eberto.. y ¡Voalá!:
_ Mana ya le tenemos nombre!
_ Ah si! Cuál?
_ Anebert.
Por supuesto que la creatividad les alcanzo para el segundo nombre también, donde usaron los nombres de mis padres, Rafael y Gilda, pero como este post no es para que lloren se los dejo a vuestra libre interpretación.
Anebert creció y su vida ha estado marcada por 2 cosas; tener que explicar a cada rato su nombre y por el numero 7.
Como habrán leído nací el 7-7-73 a las 7.
Allí comenzó una sucesión numérica de "coincidencias" numerológicas con el Siete:
- Anebert tiene 7 letras.
- A los 7 comencé a estudiar primer grado en un colegio de monjas.
- A los 16 (1+6=7) repetí 3er año.
- A los 21 (3 veces 7) probé la mariguana.
- En el año 97 sentí una necesidad muy grande de vivir solo. Me fui a Mérida donde viví 7 años.
- A los 28 (4 veces 7) comencé una búsqueda espiritual que me ha permitido entender muchas cosas del mundo en que vivimos.
- En el 2005 (2+5=7) conocí a mi esposa.
- En el 2007 nació nuestro primer hijo. Esto fue a los 34 años (3+4=7).
- En el 2017 emigre de mi país, Venezuela, con 43 años (4+3=7).
Hay unos cuantos más sietes por ahí desperdigados en los rincones del subconsciente pero estos son los que le han dado un giro de 90 grados a la trama para siempre.
Otro giro crucial fue haber hecho un taller de fotografía analógica en los años 90s.
Esa fotografía que te seducía en un cuarto oscuro de luz tenue y perfumes de vinagre; donde eras mago, artista y alquimista al mismo tiempo.
Ella, la fotografía, ha sido mi mayor pasión, a lo que me aferré entre tantas cosas que quería hacer de joven.
Soy de esos fotógrafos a quienes nos tocó vivir la transición de analógico a digital.
Fue un proceso lento pero seguro, al que uno poeticamente se negaba.
Recuerdo haber escuchado varias veces "a la fotografía digital todavía le falta mucho para superar en calidad y definición a la analógica", y era verdad, pero la pregunta correcta no era si la iba a superar o no, la pregunta era cuando, en cuanto tiempo.
Justo en medio de ese cambio paradigmático estudié cine en la Universidad de Los Andes mención fotografía. Soy de la segunda corte. He trabajado como director de fotografía y camarógrafo en documentales, videoclips, campañas institucionales, televisión, etc.
Así como también en producción audiovisual.
De #Fotografia y cultura audiovisual les iré contando más en futuros post ya que de eso tratará este blog principalmente.
Actualmente estoy metido en el mundo de la #fotografiadestock, el #trading y la #mixologia así que de esos temas también se me pueden escapar un par de post.
Mi esposa se ganó una beca por la OEA para hacer una maestría en Brazil, así que aquí estamos con nuestros dos hijos huyendo de la tragedia venezolana. Por esa razón posteo también en portugués #Pt.
En las fotos aquí publicadas:
- Mi esposa embarazada.
- Glorian David, mi hijo mayor.
- Yo en La Habana haciendo un reportaje.
- Mi familia y yo en los andes venezolanos.
- Y aquí con Glorian y Jimena.
Gracias por tomarte el tiempo para leer!
Tus comentarios serán bienvenidos!
