Desde que surgió el cristianismo, la iglesia católica ha elegido a un sucesor de San Pedro en el trono del vaticano, y aunque este puesto solo puede ser ocupado por hombres; en el año 857 aproximadamente, un suceso escandalizó la roma del Medioevo, una mujer llamada Johhana, quien durante años se hizo pasar por hombre para poder ingresar al sistema clérigo de la época, logró alzarse en el puesto de Pedro, asumiendo el nombre de Juan VIII; y todo aquello, habría pasado inadvertido a no ser porque a poco tiempo de estar al frente de la iglesia salió embarazada, y con tan mala suerte que el parto se le adelantó dos meses por el esfuerzo realizado durante una procesión en las calles de Roma, y allí frente a cientos de personas el hijo del Papa Juan VIII rodó por la “lapis via” calle de piedra colgado apenas del cordón umbilical.
A raíz de este acontecimiento los miembros de los cónclaves cardenalicios, para estar seguros del sexo del papa, exigieron en lo sucesivo observar los testículos del cardenal, para lo cual se inventó el ático papal “Testium Atticae”, que era una especie de recinto con una altura de 1,6 metros donde el elegido, antes del HABEMUS PAPA, debía subir y sentarse desnudo, mientras los cardenales desfilaban por la parte interior cerciorándose que se trataba de un hombre.
Posteriormente fue sustituida por una silla hueca (Ver foto) La “sedia stercoraria”, donde el elegido debía sentarse mientras uno de los cardenales, al cual se le llamaba papalti, y cuya misión era palpar los testículos del futuro papa, para luego anunciar en tono de canto gregoriano “Duos habet et bene pendentes” que traduce “tiene dos y cuelgan bien…”
Sucedió que uno de los cardenales que fue elegido papa, había sufrido la extirpación de uno de sus testículos, por lo que al sentarse en la Sedia Stercoraria, el papalti procedió a esculcar y al sentir solo uno, lo hizo de forma tan fuerte y reiterada que el pobre cardenal soltó un alarido de dolor… y el papalti anunció con su voz fina, en clave de sol y con tono de canto gregoriano…. “Habet unum et bene pendete…teste dolet tuum” Tiene uno y le cuelga bien… pero le duele”.
En coro los cardenales viéndose las caras … Habemus Papa
