Miedo en la Penumbra
En la penumbra de la noche más obscura,
Mariana yace durmiendo en su lecho, ajena al rugir de la lluvia
y la furia del viento que hay fuera de su aposento,
al sonar el estruendo de un trueno en el techo, ella se despertó con un susto en el pecho.
Al mirar estando aún medio dormida, vio sombras en su cuarto,
figuras sigilosas y malditas, que se escondían en los rincones al acecho,
mientras bajo su cama se escuchaban ruidos, risas y un susurro siniestro,
de entes malignos que parecían subir del inframundo y se arrastraban con aire perverso.
Mariana no sabía si era un sueño, o una pesadilla real vivida en su aposento,
donde los demonios de la oscuridad la persiguen sin aplazamiento,
el terror se adueña de ella y su mente carece de sustento,
mientras los demonios sin piedad, con risas espeluznantes, hacen su acercamiento.
Gritos de miedo, escapan de Mariana, llena de terror y miedo, en su ventana la lluvia cae y se reflejan los truenos, en medio de su llanto un susurro luctuoso,
un desasosiego penetra todo su ser, mientras que sus lágrimas se mezclan con la lluvia,
y su pavor se refleja, mientras la soledad en la casa empieza a crecer.
Se arrodilla temblando en su lecho, y en la oración se refugia,
una súplica a Dios con fuerza hace, para liberarse del sufrimiento,
Mariana, con su terror por dentro, espera la luz del día como su único consuelo,
mientras los demonios la acechan y la hacen escuchar sus susurros y sentir su aliento.
La noche para Mariana es una eternidad de agonía y tormento,
pero ella sabe que Dios su oración escucha y que con la aurora llegará su salvamento,
la esperanza en el Eterno es su única ancla, su bastón y consuelo,
su fe es la luz en la que espera con anhelo y con ella dará combate a los demonios inquietos.
La lluvia sigue su danza en el cristal frente a su cama,
los relámpagos aún rasgan el cielo con furia exorbitante,
mientras Mariana, en su lecho, tiembla de miedo y se aferra a su almohada,
esperando la luz del día, a ver si su tragedia acaba.
Ahí, en la penumbra donde el miedo de Mariana se expande,
ella lucha ferozmente para mantener su mente fuerte y ecuánime
su batalla es intensa, pero con su fe y su alma grande,
sabe que con la luz del día el ángel de Dios llegará a ella y romperá el aquelarre.
El sol surgirá pronto y el ángel que ella espera llegará como un caballero andante,
y los demonios de la oscuridad se desvanecerán huyendo en carrera enervante,
y el miedo de Mariana, cederá, dejando en su mente libre y su alma triunfante,
Pero en ella quedará el recuerdo de esta noche que no podrá olvidar jamás.
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Fear in the Gloom
In the gloom of the darkest night,
Mariana lies sleeping in her bed, oblivious to the roar of the rain
and the fury of the wind outside his chamber,
as the rumble of thunder sounded on the ceiling, she woke up with a fright in her chest.
As she looked while still half asleep, she saw shadows in her room,
stealthy and cursed figures, who were hiding in the corners lurking,
as noises, laughter and an ominous whisper could be heard under his bed,
of evil entities that seemed to come up from the underworld and crawled with a perverse air.
Mariana didn't know if it was a dream, or a real nightmare lived in her room,
where the demons of darkness pursue her without delay,
terror takes hold of her and her mind lacks sustenance,
while the merciless demons, with creepy laughter, make their approach.
Screams of fear, they escape from Mariana, full of terror and fear, in her window the rain falls and the thunder is reflected, in the middle of her crying a mournful whisper,
a restlessness penetrates her whole being, while her tears mingle with the rain,
and her fear is reflected, as the loneliness in the house begins to grow.
He kneels trembling on his bed, and in prayer he takes refuge,
a strong plea to God makes, to be free from suffering,
Mariana, with her terror inside, waits for the daylight as her only consolation,
while the demons stalk her and make her listen to their whispers and feel their breath.
The night for Mariana is an eternity of agony and torment,
but he knows that God hears his prayer and that with the dawn his salvation will come,
hope in the Eternal is his only anchor, his staff, consolation and sustenance,
and his faith is the light in which he waits with longing and with it he will give combat to restless demons.
The rain continues its dance on the glass in front of his bed,
the lightning still tears the sky with exorbitant fury,
while Mariana, on her bed, trembles with fear and clings to her pillow,
waiting for the daylight, to see if his tragedy ends.
There, in the gloom where Mariana's fear spreads,
she fights fiercely to keep her mind strong and even
her battle is intense, but with her faith and her big soul,
she knows that with the light of day the angel of God will come to her and break the coven.
The sun will rise soon and the angel she's waiting for will arrive like a knight errant,
and the demons of darkness will fade away fleeing in enervating race,
and Mariana's fear will give way, leaving her mind free and her soul triumphant,
But there will remain in her the memory of this night that she will never be able to forget.