Bicicleta de mi infancia

De pequeño me daba terror andar en bicicleta, y a pesar de tener a mi padre al lado enseñándome, me sentía inútil al aprender andar en cicla, era tan chico que a penas y llegaba al pedal, y cuando me sentaba en el asiento al agarrar el volante mis manos eran cómo si se fueran a desprender.

Me caí muchas veces, demasiadas para contar, y yo lloraba mientras que mi padre reía, solo le preguntaba qué ¿por qué Estaba feliz si me había caído? Él dijo que de los golpes se aprende, que con el tiempo las cicatrices sanan, y que esos raspones luego serán unos bonitos recuerdos.

Mi madre era una que peleaba con él cuando caía, él aún con fe en mí de que aprendiera a andar en cicla. Los días fueron pasando, y los raspones aumentando. Hasta que mientras me subí nuevamente en la cicla y comencé a echar pedal, yo creyendo que mi padre me sostenía no paré de andar en la cicla, hasta que…. Miré que mi padre no me sostenía y nuevamente caí al suelo.

Estaba asustado, pero sonreí porque pude ver que por unos minutos anduve en bicicleta y sin usar las rueditas de soporte. Y así fue que mi padre me enseñó a andar en cicla, pero sobre todo me dejó una gran enseñanza.

Me enseñó que no importa cuántas veces te caigas, siempre levántate y sigue adelante. Que de los golpes se aprende, y por más duro que sea, te debes levantar, después de todo, poco a poco irán sanando, pero sobre todo, que el miedo te lo creas tú mismo, que sí confías en ti serás capaz de lograr todo lo que quieras.


image.png

Src

image.png

image.png

H2
H3
H4
3 columns
2 columns
1 column
Join the conversation now
Ecency