Saludos a la comunidad de #topfamily y a @lanzjoseg.

Me encanta comer mangos.
Les comento que una vez , mientras mi hija hacia una entrega de un pedido. Yo me quedé en el carro esperandola , y me fije que había mangos regados en el suelo y de inmediato, agarre una bolsa y me puse a recoger los mangos que estaban en buen estado. Eran mangos injerto, de los grandes.

Agarré uno, y tenía algo pegado que yo pensé que era una rama y lo hale fuerte y no se desprendió, oh sorpresa era un murciélago, yo lance eso y me fui corriendo al carro, a lavarme las manos. Gaste toda el agua que tenía. Cuando mi hija regreso, le comenté lo ocurrido. Y ella me dijo, bueno para que sigas agarrando mangos del suelo.

De allí nos fuimos, ella para la casa y yo al trabajo.
Al llegar al trabajo, les cuento horrorizada a las muchachas lo que me pasó. Y ellas ni se inmutaron.
Ellas tres en su vida, por razones diferentes , alguna vez también agarraron a un murciélago.
Yo todavía estoy traumatizada con eso.
Si veo mangos que cayeron de la mata los agarro, pero me fijo que no tengan nada cerca.

El año pasado comí bastante mango, cerca de la casa de mi hija, los sacan a la calle, porque son demasiados y para que no se pierdan lo ponen afuera , para que se los lleven. Y ella me trajo una gran cantidad.

Cuando mi carro funcionaba, en sitios públicos, dónde había matas , siempre había muchos mangos regados por el suelo, y yo los agarraba. Yo pasaba por la calle y si los veía, me estacionaba y recogía los mangos.
A veces usaba la autopista, nada más para comprar mangos. Porque en la autopista vendían el tobo y era más económico que en las fruterías.