Introducción:
Antes que nada cordiales saludos a la comunidad de TopFiveFamily, mis lectores habituales y a la comunidad de Hive en general.
Les comentó que cuando vi la foto del concurso, me dio risa, ya que la primera sensación que tuve fue la de nostalgia y después de alegría y eso debido a una situación que se me presentó en una ocasión en la que salí unas seis semanas del país a realizar un trabajo, la cual relato a continuación.
El relato:
Hace varios años, tuve la oportunidad de ir a Bolivia a trabajar como productor audiovisual, en la campaña por la constituyente en el gobierno del Presidente Evo Morales.
Bolivia es un país muy hermoso y con personas realmente agradables, además poseen una riqueza cultural muy interesante, sobre todo en sus comunidades originarias, con las que tuve la oportunidad de convivir y conocer.
Sin embargo, hubo dos situaciones que realmente me frustraron en un primer momento, lo primero el clima de La Paz, que fue la primera ciudad a la que llegué, me costó muchísimo adaptarme a la altura, casi cuatro mil metros sobre el nivel del mar, al enorme frío que pegaba y la resequedad que se me generaba en la piel.
Pero lo más frustrante para mí era la comida, de verdad jamás me pude adaptar a la comida de Bolivia, no solo es muy diferente a la nuestra a nivel de sazón, sino también en la forma de preparación. De hecho intenté en varios restaurantes, recuerdo que una vez fui a un restaurante chino, y pedí un Lo - Mey en plato caliente. Finalmente, me trajeron un Lo – Mey, pero servido normal, pero la textura de la pasta me parecía un mazacote y realmente no pude comerlo, lo mismo me pasó con el arroz y en otros lugares de comida.
Terminé comiendo cordero, ese día, pero no me gustó el sazón, finalmente, terminamos comiendo en un restaurante de carnes argentino, gracias al Eterno en esos momentos no era vegetariano, sin embargo los costos eran muy elevados.
A los dos días, nos asignaron un apartamento, en al cual podíamos cocinar, y fuimos al mercado, a partir de ese día, pude cocinar la comida para el grupo y comimos bien. Después esa semana, me asignaron mi área y me dirigí con un equipo de trabajo al Departamento de Cochabamaba, allá se presentó el mismo problema.
Sin embargo, hablé con una señora cerca del hotel, que hacía empanadas, nada que ver con las empanadas criollas venezolanas, estás eran con harina de trigo, muy parecidas a las chilenas, la señora de la cual me hice muy amigo, me dijo que los venezolanos sufríamos mucho con la comida de la región y me recomendó ir a un automercado y me dio la dirección.
Cuando recorrí los anaqueles, la vi, hermosa, preciosa y maravillosa Harina Pan, di gracias a Dios y a Mendoza por exportarla. Lo crean o no, compre 16 paquetes, que era lo que podía comprar con los bolivianos (Moneda local que tenía).
Una vez que tuve la harina, lo que hice fue hablar con la señora que vendía las empanadas, llegué a un acuerdo con ella y me dejó hacerme mis arepas, bollos, empanadas y arepas fritas, según me provocará y así estuve, hasta que terminé mi trabajo. Realmente podría decir que la Harina Pan salvó mi estómago y mi salud, ya que después de que la conseguí, comí tres veces al día y no una sola vez y por necesidad. Después, de terminar el trabajo, regresé a La Paz y de hay a casa.
Y creo que desde ese día, no hay un día que no haya comido arepa, sea en el desayuno, en la cena, o acompañando una sopa, un plato de granos o un mondongo en el almuerzo.
Esa ha sido mi experiencia más enriquecedora con la Harina Pan, lo que si puedo decir, es que cuando uno está fuera del país, y la ve en un anaquel, siente que se consigue con una parte muy importante de Venezuela, ya que ha sido el alimento preferido de los venezolanos durante décadas.
Gracias por leerme, y espero les haya gustado el relato.
Invito a todos los interesados, en participar en este concurso, hacerlo a través de este enlace.
Además invito para que particpen en este concurso a: @silvestre777 y @alicia2022.
