Con el árbol llega la navidad a mi hogar

Les contaré que de niña no tuve un gran árbol de navidad en mi casa, y mucho menos lleno de regalos. Crecí en una familia alegre, pero que daban inicio a estas celebraciones a través de la comida y no con las decoraciones. Hacer hallacas era toda una celebración, el dulce de lechosa era infaltable, así como el pernil, música, bebidas y la llegada de familiares que venían de otras ciudades, eso fue la navidad en mi infancia.

Las misas de noche o madrugada también las recuerdo, así como la iglesia con luces y el nacimiento en el piso grandísimo. Lo más que hubo en mi casa fue un árbol de ramas seca de cualquier planta, que luego la pintaban de blanco, no sabía con qué hasta ya de grade supe que era con jabón azul. Para mí era hermoso, aunque con escasas luces o ninguna y unas bolitas de colores.

Por todo eso pudiera creerse que no me gusta mucho la navidad, pero sucede todo lo contrario, adoro en gran manera la navidad, me fascina y espero todo el año su llegada con mucha emoción y alegría. Siempre quise decorar mi casa de navidad y sobre todo tener un árbol muy grande, de manera que cuando me uní en matrimonio para compartir mi vida con quien es mi esposo, comencé cada año a decorar mi casa, así llevo haciéndolo desde hace 20 años ya.

Con la llegada de mis hijas era doble mi felicidad y con más pasión y entrega decoraba mi árbol, no me fastidia, no me canso porque soy muy feliz haciéndolo. Cumplí mi deseo de comprarlo grande, tanto que el primero lo tuve que devolver porque pegaba del techo del apartamento y aún faltaba ramas y la estrella por poner; finalmente encontré uno frondoso y muy alto, pero que si quedaba a la medida.

Cuando ya está acerca el 15 de noviembre comienzan mis hijas a decirme, mami, vamos a poner el árbol y como para mí no significa un sacrificio lo hacemos. Allí cada 25 de diciembre bajo ese árbol están los regalos de mis hijas, que aunque hoy son adolescentes y saben quien es santa, igual aman ese momento y se conmocionan abriendo sus regalos como si tuvieran 2 años.

Adoro la navidad con todas sus letras, a mi edad esos días aún me parecen mágico, llenan mi alma de mucha alegría, dicha y esperanza.

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