Después de posponer un par de veces la alarma por la mañana, salto de la cama. Vaya, no quiero mentirles!, la verdad es que me levanto arrastrando hasta la cobija, porque siempre quiero cinco minutos extras para seguir abrazando mi almohada, me dirijo a la cocina y enciendo mi cafetera, ya es costumbre dejarla preparada durante la noche, así puedo disfrutar de mi café lo más temprano posible.
Una buena taza de café siempre recarga mis pilas, es como el combustible de mi cuerpo, no sé qué tan bueno sea eso, pero necesito una buena dosis de cafeína por la mañana.
Una vez recargadas mis energías estoy lista, para afrontar la rutina diaria, vaya rutina!, debo caminar unos 40 minutos por una carretera bastante solitaria para llegar al trabajo. Ya les he contado, trabajo en el área administrativa de un Monasterio Trapense, un lugar de ensueño, mágico, espiritual y cuya fuente principal de ingreso es la producción de café. Oh, sí, el café ocupa cada parte de mi vida.
Literalmente llegó agotada a la oficina, siempre trato de llegar unos minutos antes, para descansar después de esa larga caminata matutina, muy saludable por cierto, ya que no soy una persona muy activa en el mundo del deporte. Mientras recupero fuerzas, otra taza de café me sienta bien, pues es probable que un montón de facturas me esperen sobre la mesa.
El café es la bebida de los dioses, es tan poderosa, me acompaña en todo momento y me encanta degustarlo al lado de una buena compañía, mientras estoy en la oficina, disfruto de una o varias tazas junto a mis compañeros, pero siempre anhelo llegar a casa y degustar de un buen café con leche al lado de mis padres.
Sin duda las mejores tazas de café, son en medio de una conversación al lado de mis padres y mi hermosa hija.
Esta es mi entrada al concurso #topfamily. Ha sido un placer participar de nuevo, aprovecho para invitaros al concurso dejaré el enlace más abajo:
English Version.
After snoozing the alarm a couple of times in the morning, I jump out of bed. Wow, I don't want to lie to you, the truth is that I get up dragging even the blanket, because I always want five extra minutes to keep hugging my pillow, I head to the kitchen and turn on my coffee pot, it's already a habit to leave it ready during the night, so I can enjoy my coffee as early as possible.
A good cup of coffee always recharges my batteries, it's like fuel for my body, I don't know how good that is, but I need a good dose of caffeine in the morning.
Once my energies are recharged I am ready to face the daily routine, what a routine, I have to walk for about 40 minutes on a rather lonely road to get to work. I have already told you, I work in the administrative area of a Trappist Monastery, a dreamy, magical, spiritual place whose main source of income is the production of coffee. Oh, yes, coffee occupies every part of my life.
I literally arrived at the office exhausted, I always try to arrive a few minutes early, to rest after that long morning walk, very healthy by the way, since I am not a very active person in the world of sports. While I get my strength back, another cup of coffee is good for me, as there are probably a lot of bills waiting for me on the table.
Coffee is the drink of the gods, it is so powerful, it accompanies me at all times and I love to enjoy it with good company, while I am in the office, I enjoy one or several cups with my colleagues, but I always long to get home and enjoy a good coffee with milk with my parents.
Undoubtedly the best cups of coffee are in the middle of a conversation with my parents and my beautiful daughter.
This is my entry to the #topfamily contest. It has been a pleasure to participate again, I take this opportunity to invite you to the contest I will leave the link below:
Imagen de @lanzjoseg, banner y separador creado en canva, traducción realizada en DeepL.
