Mi lugar secreto para desayunar
Imagen propiedad de @lanzjoseg
En mis inicios en escuela mi mamá me preparaba lonchera, recuerdo haber tenido unas loncheras con diseños muy bonitos, estudié los primeros años en un colegio privado que a pesar de tener una cantina para los niño lo normal era llevar su propia comida. Pero todo cambió para mí cuando pasé para segundo grado porque me cambiaron a una escuela pública .
En la nueva escuela la única niña que llevaba lonchera era yo, se sentía muy extraño, la mayoría de niños esperaba al recreo y compraba en la cantina su desayuno, yo en cambio me sentía fuera de lugar, aún así le dije a mi mamá que me diera dinero para comprar y a partir de entonces comencé a obtener comida de la cantina, usualmente eran empanadas o pan relleno y compraba además una malta, era tanta la cantidad de niños en la escuela en el recreo habían muchos corriendo, se volvió casi costumbre llegar a casa con la camisa blanca manchada de malta, no por mi culpa, sino porque siempre me llevaban por delante los niños que corrían como locos sin respetar a los que usábamos el tiempo libre para desayunar.
Era una escuela grande con tres pisos y la situación con las machas de malta me estaba molestando mucho, así que para disminuir el tiempo de compra y no estar tan rodeada de niños traviesos nuevamente le pedí a mi mamá que me hiciera el desayuno pero lo llevaría de forma más discreta en mi bolso, ella hacía empanadas deliciosas las cuales yo acostumbraba compartir con una compañera de clases, cuando sonaba el timbre del recreo yo solo iba a la cantina por una malta, le daba la vuelta al edificio de la escuela y me subía un poco en el tronco del árbol que hacía una especie de Y, allí con mi compañera comía mis empanadas con malta, sin que ningún niño me golpeara accidentalmente al correr.
Esta es mi entrada en el Concurso TopFiveFamily Observa Piensa Escribe . Invito a participar a @yetsimar @suezoe
