Una imagen engañosa
Imagen propiedad @lanzjoseg
Las concentrados en polvo para bebidas nunca han sido los favoritos en mi casa, desde niña mi padre nos advertía que esos sobres tenían muchos químicos, esa era su forma de desaprobar el consumo de algo que no era natural, sin embargo, mi hermana y yo no estábamos completamente negadas a comer algunas cosas como caramelos y otras golosinas que ciertamente tienen mucho colorante artificial, pero siempre tomábamos la previsión de no abusar.
Hubo cierta época en que el bombardeo publicitario de estas sustancias era tanto, que como niñas sentíamos cierta presión social, en los comerciales televisivos la canciones que usaban eran contagiosas, las imágenes de niños disfrutando la bebida era algo repetitivo y además el empaque tenía un diseño de imagen para público infantil, de caricatura o algo parecido, por nuestros padres evitábamos el consumo pero de vez en cuanto comprábamos un helado casero en al escuela que era del famoso Kool-Aid. Pronto llegaron los rumores que ese polvo lleno de sabor era tan fuerte que podías limpiar el baño de tu casa y quitarías las manchas pero nunca comprobamos si era cierto. Lo más aterrador era ver que los niños consumían ese polvo incluso directo del empaque sin usar agua.
Esta es mi participación en el concurso TopFiveFamily Observa Piensa Escribe. Invito a participar a @yetsimar