La Visita del Telúrico

La imagen que les presento fue tomada el mes de septiembre del año 2009. Tenía unos meses de haberme separado y vivía en mi apartamento de divorciado en la carrera 19 de la ciudad de Barquisimeto, Lara, Venezuela.

Mi hermano Tony y su familia también estaban residenciados en la ciudad y ese día sábado, 12 de septiembre, me realizaron una visita sorpresa. Recuerdo con claridad que Tony me dijo:

“Vengo a visitarte para saber como estas porque Arelys (ese es el nombre de mi cuñada), me tiene loco porque piensa que tú estás sufriendo por la separación”.

A lo que le respondí que yo la estaba pasando muy bien, que la vida de divorciado era un regalo del supremo.

Acto seguido y como ya había pasado la hora del almuerzo, le pregunté si había comido. Me dijo que solo unas tonterías porque estaban en unas diligencias. Entonces lo invité para que fuéramos a comprar algo para almorzar. Tony cocinaba, cocina, de forma espectacular y eso no me lo podía perder.

Para motivarlo a cocinar, metí en las compras una botella de Buchanan 12 años. Tony se había traído a los gemelos y Arelys no pudo asistir porque se encontraba trabajando; ella es chef.

Para el almuerzo decidimos hacer algo rápido y para ello compramos, espaguetis, carne, tomates, cebolla y todo lo que hace falta para hacer una buena pasta a la boloñesa. Mientras Tony se destacaba en la cocina yo me dedicaba a servir los tragos, hablar gamelote y a cuidar a los chamos.

Como no me gusta tener basura en casa, en la medida que Tony iba pelando, desechando, etc., yo iba sacando la basura para tirarla por el bajante del edificio. En una de esas, cuando Erika y Gabriel jugaban en mi cuarto, Tony en la cocina, yo llegué del cuarto de basura. Justo al entrar en el apartamento, sucedió lo inesperado.

Los vidrios de las ventanas panorámicas del apartamento comenzaron a sonar de forma aterradora.

No sé cómo, pero me puse en automático. Corrí cargue a Gabriel, le grite a Tony que tomara a Erika y que saliéramos a toda velocidad del edificio porque estaba temblando. Gracias a Dios no paso mayor cosa y luego subimos a deleitarnos con la rica pasta, beber unos tragos para después ir a buscar a la cuñada.

La imagen que les muestro fue tomada varios minutos antes de que ocurriera el movimiento telúrico. En ella está mi bello sobrino Gabriel Antonio, quien hoy cuenta con 16 años y por supuesto este catire.