A veces para divertirnos un poco debemos hacer unas cuantas mezclas coloridas que nos llene la vista como una arcoíris y de sabor como una frutería. Hoy esta patilla nos da la oportunidad de jugar un poco y hacer un bol de frutas muy sencillo para que mi pequeña coma guayabas al fin.
Solo corté un tercio de la patilla y tomé ese extremo para poder cortar el borde en picos. La pequeña Oliva no desaprovechó las mini patillas.
Esta forma por si sola emocionaría a muchos niños pero yo quería rellenarlo con un poco más de fruta y para eso tuve que vaciarlo y volverlo un tazón muy lindo.
Las frutas que tenía a la mano, mis elegidas estrellas por el momento fueron el cambur y la guayaba, una dulcemente cremosa y la otra ligeramente ácida.
Unas rebanadas de cambur, unos trozos de guayaba y la patilla formaron este lindo detalle que nos comimos a gusto después de haberlo enfriado al menos una hora en la nevera.
Esto me parece una idea maravillosa para una merienda en una de esas tardes calurosas en as que un café o unas galletas pueden resultar muy pesados. Fresco, fácil de preparar y con una diversidad de formas con las que puedes jugar.
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